¿Es buena idea tener una relación con tu compañero de piso?

Tendréis que hablar mucho de vuestros sentimientos

Hoy en día conseguir una habitación en cualquier ciudad grande es como intentar encontrar pareja. Tienes que pasar por decenas de entrevistas, incluso te revisan tus redes sociales para ver de qué pie calzas, o te piden un listado infinito de documentos al que parece solo faltarle la prueba de la virginidad. Bromas aparte, no hay mucha diferencia entre intentar encontrar un apartamento y una pareja. Pero ahora imagínate que encuentras apartamento y de repente te empiezas a liar con tu compañero de piso. ¿Es una buena idea? ¿Hasta qué punto se pueden confundir los sentimientos? ¿Cómo puedes poner límites si la persona con la que te estás enrollando tiene que compartir desayuno cada día contigo?

Como puedes ir adivinando, casi todos coinciden en que es una mala idea enrollarte con tu compañero de piso. Lo opinan también el 85 % de los estudiantes de Francia, Alemania, Italia, España, Portugal y el Reino Unido a los que les preguntaron sobre esta cuestión en un estudio. Las desventajas más evidentes son si uno de los dos quiere algo más, los celos, o confundir sentimientos cuando solo hay cotidianeidad y nada más. La psicóloga Marina Pinilla nos da algunos consejos para saber lidiar con esta situación.

Para empezar, tenéis que definir qué significa el sexo para vosotros. De lo contrario, puede llevar a la confusión, e incluso celos si se quiere seguir con la vida de soltería y traer a alguien más al piso. Si vuestra relación ha ido a más y ya no sois simples “follamigos”, también tendréis que hablar las cosas. Esa incertidumbre puede llevar a la confusión, estrés, y muchas dudas. En segundo lugar, tendréis que decidir si contarlo al resto de compañerxs de la casa. Si preferís no decir nada, tendréis la libertad de hacer lo que queráis sin sentiros observadxs, pero corréis el riesgo de que se enteren y eso genere fricciones. Si se lo contáis, como dice la psicóloga, os sentiréis más liberados, pero su actitud con vosotros puede cambiar.

Nuevas reglas de convivencia

Algunos tips para evitar que el sexo arruine vuestra convivencia son: comunicar sin fingir que no ha pasado nada, porque tarde o temprano algunx de lxs dos sentirá la necesidad de hacerlo. También pensar bien qué es lo que quieres tú, si necesitas tiempo por ejemplo, para pensar qué significa para ti el sexo entre lxs dos. Y algo que os puede servir es intentar crear unas nuevas reglas de convivencia. Haceros estas preguntas: ¿qué pasa si queréis traer a alguien más?, ¿podéis hablar sobre estas cuestiones o mejor no decir nada? Lo ideal es poner distancia si uno de los dos se está enamorando y no está siendo correspondido. De lo contrario, podéis salir heridos y si continuáis con el sexo incluso aumentará el enganche y el sufrimiento.

Como bien recuerda Pinilla, el hecho de que no seáis pareja no significa que no tengáis responsabilidades. Hablamos de responsabilidad afectiva, de comunicar si hay algún cambio en vuestra relación o de lo que sentís para intentar ser coherentes con vuestras emociones. Es muy fácil caer en un terreno pantanoso en el que no se define la relación y puede ser muy doloroso. Con estos consejos, quizá os evitéis que la situación se vuelva tan incómoda que uno de los dos se tenga que ir, y volver a la rueda terrible de la búsqueda de piso.