Vivimos en una cultura de la positividad tóxica que nos dice que todo aquello que nos produce mal hay que intentar evitarlo a toda costa y tirarlo a la basura. “Las personas tóxicas” al fin y al cabo son personas que no merecen tampoco estar condenadas al ostracismo social para la eternidad. Pero todxs tenemos límites, y hay veces en que tenemos que ponerlos para el bien de nuestra salud mental. Incluso puede ser necesario que cortemos con amistades que en realidad no eran vínculos sanos y que por ahora queremos que tomen distancia. Para hacerlo, hay formas asertivas que nos pueden ayudar a decir adiós a nuestrx amigx de forma responsable y sin caer en patrones de “ghosting” que al final nos pueden hacer sentir culpables después.
Dos terapeutas nos explican cómo cortar con una amistad. El primer consejo es que no sea por mensaje de texto. El psicoterapeuta Malcolm Welland cuenta a la cadena pública CBC que es importante mantener la conversación “cara a cara o por teléfono”, en lugar de engañar a la persona o evitarla. Aunque sea difícil, hablar las cosas a la cara deja menos espacio para las malinterpretaciones.
Otro consejo es intentar ser directx. Es tentador ir con evasivas e indirectas, pero así solo le generarás más daño a la otra persona, e incluso que intente “perseguirte” buscando respuestas a tus afirmaciones inconclusas. “Se necesita valentía para abordar una cuestión como la de poner fin a una amistad, pero es un camino mucho mejor que evitarlo”, dice la psicoterapeuta Kathleen Beaton.
Parece obvio, pero es importante que seas amable con la otra persona, a quien quizá todo este asunto le tome por sorpresa. Es importante mantener la calma. Y como añade Beaton: “También sería importante resaltar las cosas positivas que hemos recibido de esa amistad, y traer a la conversación momentos o eventos especiales entre vosotros”. El hecho de que parte de esta amistad tenga aspectos negativos no implica que toda la experiencia deba serlo.
Para explicarte claramente, los terapeutas recomiendan que la conversación no gire en torno a querer culpar a la otra persona de todo. Sí que hay que explicar por qué no se están satisfaciendo las necesidades en la relación. Con tacto y concisión es mejor no mencionar cada pequeña cosa que nos hizo daño y que no supimos expresar en ese momento. Lo que recomiendan los terapeutas es “limitarse a 2 o 3 emociones centrales que se hayan sentido en la relación”.
Por último, nos aconsejan que después de la ruptura, podamos descargar nuestro dolor y pérdida con un amigo íntimo. Es importante llorar la pérdida de la relación aunque esta no fuese positiva. Si sientes que no has expresado todo lo que querías, los psicólogos nos dan la idea de escribir una carta a esa persona (sin enviarla, importante) para sacar cualquier sentimiento residual que te haya podido quedar.