Vamos a abrir este melón: tienes un grupo de amigxs increíble y tenéis muchas cosas en común, pero desde que dejasteis atrás la universidad ya no es lo mismo... A diferencia de ti, tus colegas ganan muy bien. Tú en cambio tienes problemillas para llegar a final de mes, entre el alquiler, lo que ha subido la comida en el super y el salario precario que ganas, pues haces lo que puedes. Pero claro, a la hora de quedar y hacer planes esa diferencia se nota.
¿Sus planes? Salir a comer a restaurantes caros, ir de escapada de fin de semana a hoteles (ya dejaron atrás los ‘hostels’), y probar los cócteles más pijos en los sitios más modernos de tu ciudad. Cuando toca organizar unas vacaciones juntxs, te proponen ir a Ibiza, pero en plan caro, y tú no sabes dónde meterte o cómo decirles que no ¿Realmente no cobrar lo mismo os hace incompatibles? ¿Qué soluciones puede haber para que no afecte a vuestra relación?
Sabemos que es difícil hablar de estos temas con nuestros amigos. Quizá sabéis más o menos lo que cobráis el uno o el otro, pero a todxs nos cuesta ser sinceros sobre la diferencia salarial si esta existe. Lo primero que se nos pasa por la cabeza es que van a pensar que tenemos envidia, y en su caso, quizá también les incomoda. A ti quizá te crea inseguridades y no quieres que sientan lástima. Pero si realmente sois buenos amigxs, no hay nada mejor que una conversación honesta sobre este tema.
Sobre todo, poder hablar te va a aliviar de presiones innecesarias y puede incluso hacer que vuestra relación se fortalezca. Según una encuesta de Credit Karma/Qualtrics, casi el 40 % de lxs ‘millennials’ gastaron dinero que no tenían y se endeudaron para mantenerse al día con sus amigxs.
No podemos obviar que esa disparidad puede generar conflictos entre vosotrxs e incluso la separación. Un distanciamiento silencioso, porque ellxs empiezan a quedar más o hacen planes a los que tú no puedes ir y rechazas por su coste.
Cómo empezar la conversación
Para empezar a hablar de este tema, Val Walker en Psychology Today nos recomienda que primero seamos conscientes de nuestros propios sesgos. Es decir, que pensemos los prejuicios que tenemos sobre las personas con más dinero. Quizá también están interfiriendo en la situación.
También es importante que vayas a la raíz de lo que estás sintiendo. ¿Sientes rabia, envidia? No pasa nada ni te hace peor persona. Pero aceptar esos sentimientos te va ayudar a tener una mejor conversación con tu amigx.
Cuando hables con tu amigx, tienes que ser específicx en cómo la situación financiera os está afectando. Y siempre será mejor empezar la conversación con un ejemplo específico. Te funcionará bien presentarle una lluvia de ideas para tener planes más económicos. Hay miles de ellos: salir de excursión juntxs, ir a hacer ejercicio al aire libre o incluso visitar exposiciones gratuitas.