‘Banksying’: cuando sabes que todo ha terminado y comienzas a prepararte

No alargues la agonía. Que la empatía no caiga en el olvido

Habéis vivido mucho juntxs. Muchísimo. Cientos de horas hablando de mil cosas. Decenas de viajes. Sexo de todos los colores. Especialmente al principio de la relación. Y dificultades. Bastantes dificultades. Y el hecho de haberlas ido superando como pareja te fue haciendo creer que la vaina iba muy en serio. Que quizás fuese la persona con la que terminarías pasando el resto de tu vida. Que quizás fuese la definitiva. Pero eso era hace un tiempo. De alguna manera, sin saber muy bien el cómo ni el por qué, la fe fue desapareciendo de tu mente hasta ser sustituida por una sensación totalmente diferente: la sensación de banksying, la sensación de que la relación está irremediablemente condenada.

”Sumado al vocabulario, esta palabra se refiere al momento en que alguien reconoce que su relación sentimental está llegando a su fin y se va preparando psicológicamente para ello. Según expertos, el banksying anticipa la ruptura debido a ciertas expresiones que lo dejan muy claro”, explican desde El Confidencial. Ya no entras en disputas. O lo haces con menos emocionalidad y más frialdad. Tampoco haces planes de futuro en pareja. Ni siquiera a muy corto plazo. Hay una voz en tu cabeza diciéndote que no tiene sentido. Que ya no hay que sumarle nada a esa relación. Que simplemente hay que esperar un poco más a que la inercia termine destruyéndola. Una muerte anunciada.

Además de esto, cuentan desde dicho medio, el banksying también suele ir acompañado de un distanciamiento emocional, de un rechazo al contacto físico y de una falta de compromiso por salvar la relación. No quieres ir a terapia de pareja. No quieres señalarle un comportamiento para que lo mejore. No quieres profundizar en nada. Por último, y bajo este sentimiento, “las personas suelen buscar otro tipo de actividades fuera de la relación”. Es parte de la preparación mental y social. Es parte del esfuerzo consciente o inconsciente por diseñar la vida que te espera una vez lo vuestro tenga certificado de defunción irrevocable. Y obviamente es confuso para la otra persona.

Confuso y en muchas ocasiones innecesariamente doloroso. Sobre todo cuando la otra persona no siente ese banksying o se resiste a hacerle caso y asimilar que la cosa está muerta. En este sentido, “aunque pueda ser complicado, dialogar sobre los sentimientos es fundamental para minimizar el sufrimiento y asegurar un proceso de separación más llevadero”. Incluso si ya no le amas. Incluso si ya no te gusta. Piensa en todo lo que ha representado para ti durante todo este tiempo. Piensa en la felicidad que te ha traído. Y piensa en que es un ser humano que merece tu empatía. No dejes que la relación agonice cruelmente. Si el banksying es claro, actúa. Es lo más humano.