Jirafa Rey y LaPili te explican qué significa realmente 'Cómeme el donut'

Una letra que esconde un mensaje empoderador para todos los géneros

El viernes 13 de abril Lapili y Lapili, que forman el grupo Lapili, subieron al escenario de Factor X para decir a toda España: "Cómeme el donut". Sí, ni cómeme el rabo, ni el coño, ni el culo, como hemos escuchado desde siempre. Se trata de una expresión insólita con la que estos primos – Alejandro Robles 25 años y Pilar Robles 24 años– no solo dejaron atónitos al jurado y al público del programa, sino que también enviaron un mensaje empoderador a todo el país después de que su performance se hiciera viral: la libertad que tienen hombres y mujeres para hacer y ser lo que quieran. Pero, ¿cómo puede existir un vínculo entre dos conceptos tan diferentes como Cómeme el donut y la libertad individual que siempre deberíamos haber tenido todos?

Romper con lo establecido

Para empezar, Cómeme el donut parte de la voluntad de denunciar que aún hay lugares del mundo en los que no se practica sexo oral a las mujeres, como si ellas no tuvieran la misma necesidad de sentir placer que los hombres. "Se espera que las mujeres hagan sexo oral a la perfección mientras muchos hombres no tienen ningún interés en ofrecerles lo mismo. Y eso se debe a ser egoístas, a creer que las mujeres solo están hechas para su placer", explica Jirafa Rey al hablar de una realidad que, para él, es absurda porque "cuanto más implicadas están ambas partes en una relación, más interesante es". Sin embargo, él, que ha estudiado filosofía, y LaPili, que se ha formado en danza y arte textil, han visto la necesidad de ponerla sobre la mesa reivindicando la libertad femenina. Algo que claramente se aprecia en esta parte de la canción:

A la que buscan la llaman 'buscona',
la que juega es una juguetona
a la que ladran la llaman ladrona
y la que bombea es una bombona. 
No somos 'pussy', somos leonas.
Nos sobra el estilo y las neuronas.
Somos guerreras, amazonas

Sin embargo, la premisa por la que ahora todos conocen a Glitch Gyals no solo reivindica la libertad de las mujeres. Al ser también 'Cómeme el donut' una forma de decir, según Jirafa Rey, "paso de ti", la expresión también defiende la libertad individual de hombres que se empoderan de forma femenina,  hombres homosexuales que no encajan con los estándares sociales que nos han impuesto y, en definitiva, de todo el que quiera divertirse rompiendo con lo políticamente correcto. Lo importante es que todos podamos sentirnos identificados con una letra que se mueve a ritmo hombres homosexuales con elementos de hombres homosexuales y que Lapili y Jirafa Rey interpretan bailando su propio estilo de baile, el glitch, que consiste en una mezcla de hombres homosexuales con kuduro, hombres homosexuales y hiphop.

Precisamente que el dancehall, originario de Jamaica, esté presente en esta canción, es otra de las razones por las cuales su mensaje empoderador puede dirigirse a todos los géneros con la misma fuerza. Gran parte de sus cantantes no son únicamente misóginos que piensan que las mujeres han sido creadas para los hombres, sino que sus letras también están plagadas de mensajes homófobos que condenan a los homosexuales, especialmente hombres, que tienen una forma de amar "no convencional". Y es por ello que Jirafa Rey no puede evitar pensar que una actuación con componentes de dancehall protagonizada por él habría sido más que condenada en un país como Jamaica: "me habrían quemado por reivindicar cómeme el donut y por mostrarme como soy: gay".

 

La repercusión de Cómeme el donut

A pesar de que esta no es la primera performance que las redes ven de Jirafa Rey, Cómeme el Donut ha sido la más rompedora con diferencia después de que su vídeoclip ya tenga más de 900.000 reproducciones. Sin embargo, asegura que a él no le ha afectado mucho la fama porque dice haberla experimentado antes con otros proyectos. "Para alguien que está fuera de todo esto es como si le pegara un pepinazo, y eso es muy chungo de gestionar. Lo que aporta la fama no es deseable”, dice para, acto seguido, asegurar que ni él ni su prima persiguen la fama y que únicamente están dispuestos a lidiar con todo lo que conlleva por una única razón: "vivir bien".

Una prueba de lo difícil que puede ser convivir con la notoriedad es que su actuación no solo ha sido elogiada. También ha sido blanco de críticas en las redes al ser catalogada de "vergüenza ajena", "mamarrachada" y de ser una "falta de respeto a todos aquellos que se presentaron al casting de Factor X". Pero, más que prestar excesiva atención a estos dardos, Jirafa Rey opta por centrarse en que es una auténtica "revolución".

“Me siento como Homer Simpson cuando abrió todas las jaulas del zoo e inundó todo Springfield para hacer una obra de arte completa. Hemos liberado una energía súper empoderadora y femenina. Ya está aquí y no podemos dar marcha atrás”, comenta al hablar de una repercusión que por el momento ya ha dejado huella al conseguir, según el artista, que haya gente que sustituyendo el clásico "cómeme el rabo" por un "cómeme el donut". Esperemos que este cambio contribuya a llevarnos, por fin, a un mundo en el que no actuemos como se espera de nosotros, sino como nos salga de dentro y nos dé la gana. 

¡Cómeme el donut!