Siempre la misma cantinela: películas larguísimas que rozan las tres horas de metraje. Y acabas de llegar del curro. O de la universidad. O de una mañana en la piscina. No estás preparadx para semejante inmersión. Es más, no las tienes todas contigo con lo de que no te dormirás. Y eso te da mucha pereza, así que automáticamente vas a la sección de series para empezar alguna serie. Porque un capítulo seguro que aguantas. Otro intento fílmico más que cae en saco roto. Estas cuatro cortísimas películas son tu solución.
1. ‘Primer’, 77 minutos
Primer es la opción perfecta para ti si estás buscando una película que te haga estallar la cabeza. Tiene viajes en el tiempo, tiene matemáticas, tiene intriga y es, de lejos, una de las películas estadounidenses modernas de culto por excelencia. ¡Y todo en 77 minutos! Si lo piensas, existen capítulos de algunas de tus series favoritas que duran más. En serio, Primer tienes que verla. Que la entiendas o no, que te mole o no, es secundario. Pero tienes que exponerte a ella y su rompecabezas. No te dejará indiferente.
2. ‘Toy Story’, 81 minutos
Toy Story es uno de los mayores clásicos del cine de animación de la historia. Y para la mayoría de millennials representa un momento culmen de sus infancias. Para los centennials, sin embargo, podría ser solo una de esas películas que les recomiendan a menudo pero que no terminan de devorar. Pues este es el momento. Tengas la edad que tengas, y pertenezcas a la generación que pertenezcas, los 81 minutos de la icónica cinta de Pixar te enamorarán por completo. Hay unx pequeñx niñx en ti. Eso segurísimo.
3. ‘Elephant’, 81 minutos
Otra cinta que puedes tragarte en un suspiro. A Gus Van Sant probablemente lo conozcas de películas como El indomable Will Hunting o Mi nombre es Harvey Milk. Pero esta no es tan simpática en sus formas. Elephant es el retrato del incomprensible mundo de los tiroteos en los institutos estadounidenses. Un mal que salta a la actualidad cada dos por tres. Un mal que parece inexplicable. Un mal que horroriza profundamente. Y Gus Van Sant te introduce en él y en la manera en la que hace estallar la más completa cotidianeidad.
4. ‘No respires’, 88 minutos
Y para terminar una de terror. Una en la que la tensión se mantiene siempre en todo lo alto, una de los retos obvios de las cintas del género. En concreto, con No respires, del director uruguayo Fede Álvares, te adentrarás en una trampa narrativa: unos ladrones entran a la vivienda de un hombre ciego y solitario con mucha pasta pensando que sería coser y cantar y se encuentran automáticamente dentro de un infierno. Una prueba clara de cómo el terror puede cambiar rápidamente de bando. 88 minutos de trepidante horrodiversión.