A la gente le entras por los ojos. Es una cosa muy humana: la visión es nuestro sentido principal. Pero eso no significa que la manera en la que te percibe con el resto de ellos le resulte indiferente. Porque ni de coña. El timbre de voz que tienes. Tu acento. Las palabras que utilizas. La suavidad de tu piel. Tu aliento. Tu olor corporal. Son detalles que pueden influir decisivamente en tu atractivo para una persona. Y sí, tienes a tu disposición infinidad de desodorantes y de perfumes para camuflar tu verdadero aroma, ¿pero no estaría más guay que dicho aroma fuese agradable de por sí sin tener que ponerte encima toda clase de ingredientes químicos artificiales?
Pues es posible. Para empezar no te olvides de lo básico: ducharte con regularidad y a fondo. Si te saltas esto ningún truco, por efectivo que se muestre, va a evitar que huelas como una zarigüeya común. ¿Lo cumples? Perfecto. Ahora es el turno de prestarle atención a tu alimentación. Sí, como escriben desde El Confidencial, “las decisiones alimentarias que tomamos cada día tienen una repercusión directa en la salud y eso incluye el olor corporal”. En concreto, parece ser que lo ideal para desprender un aroma apolíneo es incluir cereales integrales, frutos secos como las nueces, alimentos ricos en zinc como las carnes de ave y ajo crudo en tu dieta.
Además, desde este medio también recomiendan beber la suficiente agua a lo largo del día, pues ello contribuye a eliminar toxinas del cuerpo, a que las bacterias de tu boca no desprendan tantos olores y al mantenimiento de un pH de la piel balanceado. La clave está en lo que te metes en la boca. No obstante, y más allá de tu propio cuerpo, está claro que hay otro elemento que puede alterar bastante el aroma que desprendes: tu ropa. En este sentido, cuentan, deberías recelar de aquellas prendas que te venden como ropa que no retiene malos olores. No hay ni un poquito de verdad en ello. Y la gente que hay a tu alrededor lo nota cuando está cerca de ti.
De ahí la última serie de consejos que ofrecen: ventilar adecuadamente los espacios en los que trabajas y vives, airear los armarios y rincones en los que almacenas tu ropa, ponerla al sol para que el aire de la calle se lleve consigo todos esos olores corporales tuyos que la impregnan y solucionar cualquier problema de humedad que puedas tener en casa. Es un aroma muy desagradable que se huele a distancia. Dicho esto, y si tu olor corporal es demasiado intenso y te produce inseguridad e incomodidad, no dudes ni un segundo en acudir a unx médicx para que te eche una mano e incluso a unx terapeuta para gestionar los sentimientos que te produce. Todo irá mejor.