La ciencia explica por qué te cuesta tanto dormir antes de un viaje

Hay dos nombres propios detrás de este fenómeno: cortisol y adrenalina

Piensa en la última vez que montaste en un tren o en un avión para vivir alguna aventura en otro rincón del mundo. O incluso en la última vez que viajaste por motivos académicos, laborales o para volver a casa de vacaciones a ver a tu familia. ¿Recuerdas esa inquietud tan profunda de la noche anterior? ¿Recuerdas como dabas vueltas en la cama sin posibilidad de quedarte dormidx? Los pensamientos intrusivos aparecían a cada momento y te hacían perderte en preocupaciones o en fantasías. Te resultaba imposible relajarte. Y tardaste mucho más de lo que te habría gustado en descansar de verdad. Al otro día estabas hechx un trapo. Y maldiciendo a tu mente por la noche que te dió.

Pero el problema no era tu mente. En realidad, y como señalan desde la asociación The Sleep Charity, centrada en promover la buena higiene del sueño, el problema radica en dos hormonas que circulan con intensidad por tu organismo cuando estás ante un evento estresante: son el cortisol, también conocida como la hormona del estrés, y la adrenalina. Esta última aparece normalmente cuando tienes un viaje que no es por obligación sino por diversión. Imagina que te vas a República Dominicana con tus amigxs. O a Bali con tu pareja. La excitación despierta la producción de dicha hormona y ambas juntas incrementan tu frecuencia cardíaca. Así es muy difícil relajarse para dormir.

¿Solución?

Lamentamos decirte que no hay una mágica. No puedes pedirle a tu cuerpo que simplemente deje de lanzarte oleadas de cortisol y de adrenalina. Entiende que el contexto lo requiere. No obstante, sí hay pequeños trucos que, según explican desde la citada asociación, tienes a tu disposición para aumentar las posibilidades de quedarte dormido. Como acostarte un poco más temprano para tener más margen para el proceso de relajación. Como dejarlo todo preparado para el día siguiente para no estresarte más de la cuenta. O como asegurarte de que tu habitación está tranquila, oscura, silenciosa y fresca. Son las condiciones que promueven la producción de melatonina.

Además, lxs especialistas de The Sleep Charity también te recomiendan evitar el uso de redes sociales al menos una hora antes de acostarte y apagar los dispositivos electrónicos cuando te vayas a la cama. Aleja las tentaciones estimulantes de tu mente. También es importante que no te hartes de agua o de cualquier otro líquido, que practiques ejercicios de respiración profunda, que tomes un baño tibio antes de meterte en la cama y, por encima de todo, que no permanezcas horas en la cama dándole vueltas a la cabeza. “Levántate y haz algo para distraerte, pero asegúrate de que sea relajante”. Tan pronto como sientas cansancio vuelve a la cama. Lo habrás hecho lo mejor posible.