¿Por qué todo el mundo está hablado de Pelayo Díaz?

Las redes se indignan ante el comportamiento del influencer

Puede que hasta ahora no lo conocieras, o sí, ya que se trata de uno de los influencers españoles que están en auge. Se trata de Pelayo Díaz, que cuenta con un millón de seguidores en Instagram y se define como co-fundador de la marca Duostudios. Pelayo se caracteriza por postear contenido sobre el mundo de la moda con ideas y estilismos inovadores. Ahora bien, nada de esto es el motivo por el cual todo el mundo habla de él.

La polémica es mucho más banal y complicada de lo que podríamos pensar. Una de las últimas publicaciones de Pelayo mostraba un outfit que incluía una chaqueta, camiseta y en lugar de pantalones iba con unos leggins de estilo ciclista de media pierna y ajustados, que podían recordar a una prenda interior, como unos calzoncillos.

Instagram

Fue en ese momento cuando una chica, le respondió por DM “No”, en plan, que no le gustaba ese estilismo. Pues bien, la reacción de Pelayo ha sido la de señalar la chica, que trabaja como community manager de Stradivarius, dando su Instagram y citando a la empresa. Por si fuera poco expresó frases como: “espero que tu jefe o jefa o vea como manejas tus redes”.

Pero la historia no acaba aquí, sino que además, Pelayo continua con el señalamiento y también publica una captura del perfil de la chica (que aparte de trabajar en Stradivarius tiene una marca propia) y cuando ella se cierra el perfil en privado, Pelayo publica su LinkedIn. Todo esto se suma a que él acusa a la chica de comportarse como una bullie y asegura que las personas que tienen éxito no dedican su tiempo a criticar los demás.

Lo peor de todo es que nos volvemos a encontrar con un influencer que, al notar su ego un poco herido por un comentario que no es hiriente ni insultante, pretende abusar de su “poder” y del número de seguidores que tiene para jugar con la comida de la gente de a pie. Porque sí, la manera como Pelayo señala la chica por algo tan nimio es de bullying de primera y además supone jugar con el trabajo de la gente. Se trata de un comportamiento despótico que pretende “castigar” de manera desproporcionada quién no piensa como él. Y es por ello que las redes están hirviendo.