Pincharse el pene con cocaína: una práctica que puede terminar muy mal

La necrosis y la amputación son los posibles resultados de esta práctica sexual de riesgo

Consumir drogas mientras tienes sexo puede entrañar peligros para la salud y las autoridades sanitarias son muy contundentes al recomendar no asumir riesgos con sustancias psicoactivas al tener relaciones sexuales.

Más allá de las chemsex -las conocidas fiestas sexuales con drogas en las que hay peligro de contraer distintas enfermedades de transmisión sexual- hay otro tipo de actividades que han surgido en los últimos años y que también están muy desaconsejadas. Sin embargo, la desinformación, los mitos urbanos y distintos foros diseminan ideas descabelladas que pueden terminar muy mal.

Un claro ejemplo es el de pincharse el pene con cocaína, una práctica atípica, pero de la que ya hay al menos un caso documentado por la literatura científica. El supuesto objetivo de inyectarse la sustancia en el miembro sexual es supuestamente la de vigorizar y aguantar más.

En Estados Unidos, por ejemplo, un hombre llegó a urgencias con un dolor “insoportable” en el pene y el escroto, según informa Business Insider. Al ser examinado, confesó que se había inyectado cocaína disuelta en la vena dorsal del pene, que recorre la longitud del órgano.

Por desgracia, la inyección de esta sustancia causó que su pene se volviese negro. El doctor que le atendió en un hospital del Bronx, en Nueva York, reportó que el miembro sexual estaba “hinchado, negro, ulcerado y superaba una secreción maloliente”.

Este paciente también informó de que se había inyectado la cocaína líquida al menos dos veces más en la misma vena en las últimas dos semanas, aparentemente sin tener ningún problema, por lo que había continuado administrándose la droga, como después documentó el American Journal of Case Reports.

En la peor de las circunstancias, un cangrenamiento del órgano deriva en la amputación, es decir, podría suponer la pérdida del pene.

‘Fiestas blancas’ de cocaína

Aunque en España no ha trascendido a la luz pública un caso similar, sí que son conocidas las ‘Fiestas blancas de cocaína’, el apodo para introducir cocaína en los genitales al mantener relaciones sexuales. Hay algunas mujeres que han denunciado incluso haber sido forzadas a este tipo de actividad cuando ejercían la prostitución.

Según explicaba la jefa del equipo de formación de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Celia Prat, a 20minutos, en el sexo es muy común el uso de cocaína, aunque la “combinación de diversión y cocaína es muy frecuente en los hombres”. En el caso de la cocaína esnifada, al estar en contacto con las mucosas masculinas, la sustancia psicoactiva ilegal “permite que la erección se pueda mantener por más tiempo”.

Sin embargo, para las mujeres, “no tiene ninguna gran explicación ni sentido que lo usen”, según esta experta consultada por 20minutos, ya que el efecto más común es la anestesia de la zona, por lo que en lugar de sentir más, sentirían menos.

Preferencias de privacidad