Las 5 diferencias entre crítica constructiva y destructiva
Puede parecer una diferencia muy obvia, pero la línea que separa una crítica destructiva de una crítica constructiva es a veces muy fina. Así de entrada las propias palabras “destructiva” y “constructiva” ya indican hacia qué lugar va la diferencia. Pero no es tan sencillo como diferenciar entre lo propositivo y lo negativo, ya que decirle a alguien “tienes que ir más rápido” puede ser hiriente según la historia o el perfil de la persona a la que te dirijas y cuál es el contexto. Si profundizamos, las diferencias son más complejas.
De entrada, la asertividad, la delicadeza y la propuesta caracterizan a la crítica constructiva. El blog psicologia-online define la crítica constructiva como aquella que “ve el error conductual de la persona”, considera los aspectos implicados (como la personalidad, el entorno, la situación concreta, los recursos de que dispone) y finalmente ofrece una alternativa que beneficie a la persona y a su entorno.
El principal objetivo de esta crítica es “reducir o eliminar la conducta errónea e impulsar una nueva respuesta que elimine los efectos nocivos de la anterior y genere algo nuevo y bueno para todos”. Al final, lo que busca es fortalecer el crecimiento de la persona y para ello es necesario cierto grado de madurez.
Puntos a tener en cuenta
A veces, las conductas familiares, escolares o laborales y la inmadurez o posibles traumas personales llevan a las personas a tender a la crítica destructiva. Para el blog psicología on line existen básicamente cinco puntos que sirven para diferenciar una crítica de la otra.
Los efectos internos es el primer punto, ya que la crítica constructiva fortalece y la otra debilita. En segundo lugar, los efectos externos, ya que la crítica constructiva genera un entorno adecuado y la destructiva lo debilita. El origen es otro factor diferencial, puesto que la crítica constructiva parte de una mirada optimista y pragmática de los problemas y la destructiva se basa en una mirada negativa.
El perfil de quien critica también es clave, ya que las constructivas nacen de personas con mayor grado de crecimiento y desarrollo personal y la destructiva proviene de personas más inmaduras. Y por último y tal vez más esencial, la utilidad de una crítica es la que al final determina si es constructiva o destructiva. Si te lleva más tiempo recuperarte del golpe que mejorar aquel aspecto o te deja más trauma que ganas de hacer cambios, posiblemente no sea una crítica constructiva.
Para acabar de concluir, vayamos a un sencillo ejemplo. Eres una persona muy creativa pero poco perfeccionista y trabajas en un despacho de arquitectos. Estás trabajando en el diseño de un edificio que ha sido todo idea tuya y te está quedando muy bonito, pero el caos se ha apoderado de los bocetos y las medidas no cuadran para llevar a cabo el proyecto.
Si tu jefe, delante de todo el mundo, te dice que “este proyecto es una basura” o que “no puedes ser tan desordenado y caótico” o que “esto es muy grave y está muy mal”, puede que te hunda y te dé más miedo que ganas de mejorar.
Ahora bien, si te lleva a un despacho y te dice que está contentísimo de lo que has creado, que eres una persona muy creativa y que se nota que tienes mucha imaginación, pero que debes prestar más atención a los detalles y te muestra con cifras y señalando lo que debes cambiar, acompañándolo de “no te preocupes, a todxs nos pasa” o “ya verás como en un par de días lo tienes”, la cosa cambia mucho. ¿Parece sencillo, verdad? Pues espera a dejar el artículo y volver al mundo real, porque para muchísima gente resulta imposible apostar por la segunda.