Cómo follar en la distancia para que la pasión nunca se acabe

Mantener la pasión encendida es una de las maneras para que la relación en puntos geográficos diferentes prospere
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Son exactamente 996 kilómetros los que me separan actualmente de mi pareja. Hace algo más de tres años que mantenemos una relación a distancia que vamos cuidando y reforzando con visitas intermitentes. Las bases para que esto se mantenga en pie son enormes dosis de confianza, pensar siempre en positivo, estar interesado por la rutina del otro, tener un objetivo a largo plazo y el sexo, obviamente.

Vaya, lo mismo que para una relación sin distancia de por medio solo que multiplicado por tres —la paciencia quizá se multiplique aún mas—. Mientras los primeros puntos se van conformando de manera natural, el sexo aparece como un jeroglífico que se va adivinando a medida que el tiempo pasa. Un día te haces una foto sensual y al otro estás abierta de piernas frente a tu webcam.

Ojos que no ven, partes bajas que no sienten

Tener una relación a distancia hace siglos no era en absoluto como es en la actualidad. La falta de tecnología hacía que las parejas tuvieran que comunicarse mediante cartas que tardaban semanas en llegar. Ahora, sin embargo, los avances tecnológicos en el ámbito de la comunicación han crecido de forma desmesurada. Esto hace posible que la distancia no sea un obstáculo, al menos no al 100%. El móvil o los ordenadores y sus webcams integradas, abren una puerta a la aventura sexual que necesita como base obligatoria una gran cantidad de confianza.

No recuerdo cuál fue la primera foto personal y con poca ropa que envié. No recuerdo cuándo. Lo que sí recuerdo es que sentí que estaba haciendo algo arriesgado. Para tener una conversación subida de tono con alguien que te gusta es necesario tener la certeza de que se trata de algo únicamente entre vosotros dos. Es casi un deber saber que esa imagen no circulará por grupos de WhatsApp, que no aparecerá por Internet y que no será objeto ni de burla ni de fanfarronada.

Una vez marcadas las pautas de respeto por la intimidad de cada uno, llega la hora de lanzarse al juego. Mantener la llama de la pasión y del amor encendida requerirá, por lo tanto, que ambos digáis que sí a la aventura. Para no exponer el cuerpo de buenas a primeras —aunque ya lo conozcáis de memoria— a través de una cámara, podríais empezar por enviaros mensajes o una llamada de teléfono.

Carme Sánchez, codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona, explica que “los mensajes de voz picantes y las fotos insinuantes sirven para provocar el deseo en el otro y masturbarse juntos, conectados por teléfono o por videollamada, lo que ayuda a la excitación”. Además, la experta indica que no hay que olvidar lo que se denomina ‘sexo de pasillo’, es decir, "todo aquello erótico y sensual que se realiza durante el resto del día", por lo que también hay que incluir cosas tales como "ver películas o capítulos de series juntos, cenas compartidas y mimos a través de emoticonos”.

Pero, a medida que vayáis ganando confianza y que esta práctica se transforme en algo más habitual podréis ir sumando imágenes, vídeos y pasar a otro nivel con las videollamadas.  Estas son las formas más conocidas de mantener sexo en la distancia, ya que no podéis sentiros piel con piel, habrá que compartir el tiempo y hacer disfrutar a la otra persona de forma cibernética. La confianza crecerá más que nunca. Y no te preocupes si al principio aparece la vergüenza, es completamente normal. Aún así, esto no es lo único que existe para la aventura sexual en puntos diferentes de la geografía. Hay más.

Juguetes que traspasan fronteras

Cuando no es posible solventar la distancia y, sobre todo, si sois de ese tipo de parejas desinhibidas y dispuestas a probar cosas nuevas, ahora que estáis alejados podéis abrir la puerta a la gran variedad de objetos recreativos que existen para alcanzar el ciberclímax. Carme Sánchez relata que “para las parejas muy tecnológicas existen aparatos para hacer más llevadera la distancia: desde vibradores que pueden conectarse al smartphone de la pareja y mediante la pantalla táctil, se pueden decidir los movimientos del vibrador en tiempo real”. Estos son algunos de ellos.

RealTouch

Se trata de un juguete que viene en dos partes: un modelo que se adapta a la anatomía de la mujer y otro modelo para hombre, ambas partes se comparten con una cámara web. Sincroniza el calor, el movimiento y la humedad con la película sexual que ambos decidan ver. Cada uno de los aparatos se mueve para generar el tipo de placer que se observa.

We-Vibe

Una serie de vibradores y consoladores tanto para él como para ella que se controlan desde una aplicación en el teléfono móvil: We-Vibe. Así cada pareja, desde el punto geográfico en el que se encuentre, puede estimular a la otra persona a través de la aplicación, manejando el aparato en la distancia.

OhMiBod

Este consolador también se maneja desde una aplicación móvil a la que se conecta a través del Bluetooth. La diferencia es que incluye, además, un sistema de chat para que se pueda utilizar con la pareja a la vez que se maneja la intensidad y la duración de la vibración en todos sus modos posible.

Vibease

Es un vibrador habilitado para sincronizar a través de Bluetooth con una galería enorme de audiolibros eróticos para que la pareja pueda escuchar juntos aunque en la distancia a la vez que se dan placer. Una especie de mix ideal entre el sexo y la cultura.

Si finalmente es posible vivir en el mismo punto geográfico y dar rienda suelta a la experiencia de amar desde cerca y crecer en la rutina sin perder la pasión, todos estos juguetes podrán seguir usándose. Lejos o al lado, lo importante es saber que no existe un modelo de pareja normal o convencional: cada relación debe encontrar su fórmula ya sea viviendo en la misma casa, en ciudades diferentes o en la otra punta del mundo. Si estáis decididos a amaros, superar los obstáculos será un trabajo conjunto, constante y, si te lo montas bien, excitante.

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