¿Por qué cada vez se oyen peor los diálogos de las películas?
A todos nos ha pasado que tenemos que bajar el volumen de la tele cuando en un momento de la película ponen música o se oyen todo tipo de ruidos, pero cuando los protagonistas se ponen a hablar no podemos escuchar sus diálogos de forma nítida y nos vemos obligados a subir otra vez el volumen o poner subtítulos. Tranquilo, no es problema tuyo ni tienes problemas de sordera, sino que, como decía la abuela cuando la tele no se veía bien: “El problema es de ellos”. ¿Cuáles son las razones?
Tal como recoge el portal Magnet, a veces se trata de una inteligibilidad buscada por el mismo director de la película. Diferentes cinéfilos apuntan que, por ejemplo, Christopher Nolan, director deMagnet, Interstellar o El caballero oscuro, entre otras superproducciones, usa esta técnica para darle más realismo al film y ya forma parte de su insignia. En este mismo sentido, Thomas Curley, ganador de un Oscar como mezclador en la película Whiplash, argumenta que “no todo tiene un sonido cinematográfico muy nítido en la vida real”.
También, con el objetivo de darle un toque más de realismo a las escenas, hay algunos actores que optan por un estilo más naturalista y en algunas situaciones vocalizan poco, murmuran o jadean. Algunos técnicos de sonido también se han quejado de que cada vez tienen menos opciones de colocar los micrófonos donde deberían. Admiten que las películas cada vez tienen más movimiento y eso dificulta su trabajo. Además, subrayan que hay una tendencia a menospreciar el valor del audio.
Otro de las causas puede ser la familiaridad de los creadores con el mal sonido después de estar horas y horas trabajando en la postproducción y con las mismas escenas. Se acaban acostumbrando y, de hecho, no se centran en si la audiencia va a obtener toda la información que se necesita para seguir la trama, ya que ellos se las saben más que de memoria desde hace meses.
También hay diferencias entre la calidad de sonido entre las salas de cine y las películas o series que miramos en casa a través de Netflix, Filmin o cualquier otra plataforma. A pesar de que algunos cines a veces ponen el sonido demasiado alto o bajo, casi siempre se va a oír mejor en la gran pantalla que en la tele. De hecho, los documentos audiovisuales de las plataformas digitales están en la nube en formatos de peor calidad y, normalmente, se obtienen versiones más degradadas por lo que hace que la nitidez del sonido, que seguramente ni siquiera sea aprobada por los mismos creadores.
Así que ya veis, los motivos por los cuales tenemos que mirar nuestra serie con el mando en la mano y estar atento a bajar y subir el volumen en cada momento son diversos y, por lo tanto, la solución —si es que realmente se trata de un problema, por algunos, ya digo, es una cualidad— requerirá de un enfoque múltiple que implique a los diferentes sectores del mundo del cine.