La polémica con GTA VI reaviva el debate de los derechos laborales en la industria gamer
Grand Theft Auto (GTA) es una de las franquicias más populares de la historia delos videojuegos. Y sí, su próxima entrega, GTA VI, es uno de los juegos más esperados de siempre. El hype es muy loco. Pero muy loco. Por eso tanta gente se cabreó mucho cuando la semana pasada Rockstar, la empresa desarrolladora del título, emitió un comunicado en el que confirmaba que su salida se retrasaba una vez más. Y esa es la noticia que ha tenido al mundo gamer ocupado estos últimos días. Pero hay otra, que ha pasado mucho más desapercibida, que merece atención: la empresa despidió fulminantemente a más de 30 trabajadores. Y confirma que la industria gamer sigue podrida.
Porque esto es un secreto a voces: las desarrolladoras de videojuegos no se caracterizan precisamente por cuidar bien a sus programadores. Como contaba el periodista Enrique Alpañés en su día, la industria somete a sus trabajadores a jornadas maratonianas con la excusa de que los juegos tienen que salir ya y sin ningún tipo de incidencias. Así justifican tenerles 80 horas a la semana picando código o haciendo lo que sea que hacen para que tú y yo podamos relajarnos en nuestra casa echándonos una partidita. Es lo que llaman crunch. Y es una dinámica muy generalizada, muy intensa y de una falta de humanidad brutal. ¿Pero qué tiene que ver todo esto exactamente con Rockstar?
Pues que esos despidos recientes están envueltos en mucha polémica. En principio, la excusa de la empresa es que eran trabajadores que estaban filtrando cosas de GTA VI a través de un canal de Discord, pero no ha presentado ningún tipo de prueba hasta el momento. Y es aquí donde entra en escena el youtuber especializado en videojuegos Baitybait, que ha podido hablar con empleados de la compañía. En este vídeo de hace unos días dejaba caer que el motivo de despido podría ser mucho más oscuro y estar relacionado con el interés de Rockstar por impedir que los trabajadores se alíen y reclamen condiciones laborales más dignas. Con el deseo de frenar la sindicalización.
Y es que, cuenta Baitybait, parece ser que un grupo muy amplio de trabajadores de Rockstar había decidido sindicarse y había alcanzado un número a partir del cual tenía poder de negociación colectiva. Bajo esta teoría, que no es del propio youtuber, sino de sus contactos internos en la empresa, que muchos de esos trabajadores hartos de crunchs se hayan ido al paro de la noche a la mañana no sería más que un sabotaje. Una medida para debilitar la lucha obrera interna. Si es verdad o no lo sabremos dentro de muchísimo tiempo. Porque probablemente haya juicios. De momento, lo que se intuye es que la industria gamer sigue muy lejos de ser un entorno profesional digno.