Trabajar en el extranjero ya no es trendy
Para lxs millennials era un life goal de manual: conseguir un trabajo en el extranjero para vivir una vida bohemia o incluso un teletrabajo que les permitiera vivir viajando en plan nómada de aquí para allá. Y mucha gente de la gen Z también se ilusionó con la idea cuando, durante y tras la pandemia, las posibilidades de trabajar en remoto se multiplicaron. Parecía que el mercado laboral se había transformado para siempre. Que ibas a poder currar desde cualquier lugar el resto de tu vida. Que ibas a tener oportunidades de todos los rincones de Europa e incluso del mundo. Hoy, cinco años después, las cosas han dado un giro inesperado: trabajar en el extranjero ya no es trendy.
No es una percepción de barra de bar. Es la conclusión de un estudio llevado a cabo por Indeed y que refleja que entre 2024 y 2025 ha disminuido drásticamente el interés de lxs usuarixs de la plataforma por encontrar trabajo fuera de sus países de origen. Y esto puede deberse a varios factores. Para empezar, el mundo en estos momentos tiene un aura de lo más incierta. Muchos aranceles. Mucha guerra comercial. Mucha masacre. Mucha inestabilidad internacional. Quizá no sea el momento de la historia reciente en el que más ganas te dan de abandonar la seguridad de tu pueblo o ciudad para explorar mundo. Quizá no te fíes demasiado del futuro de ningún país. Es lógico.
Y luego están las políticas de contratación de las empresas. Sí, durante y tras la pandemia, el caos del mercado laboral hizo que muchas compañías se abrieran a la idea de contratar personal extranjero, pero ahora que todo se estabiliza se vuelven a decantar por contratar gente de su país. En parte porque quieren asfixiar el teletrabajo y que sus trabajadores vuelvan a la oficina. En parte porque en muchos países ya hay políticas migratorias mucho menos flexibles que antes. Es la consecuencia de la viralización del ideario ultraderechista. De hecho, también ha habido una respuesta hostil de lxs trabajadorxs autóctonos contra lxs extranjeros. Esto tampoco te motiva mucho.
Por último, y según dice la periodista Emily Stewart, esta pérdida de glamour del trabajo en el extranjero también puede estar relacionada con la nostalgia. “Las personan hacen la vida de expatriado durante un tiempo, se cansan de ello y regresan a casa”. Porque al final lo tuyo tira mucho. Además, también puede que estemos viviendo un cambio cultural. Y es que lxs millennials estaban muy obsesionados con viajar. Con ver nuevos lugares. Algo que sus padres no habían podido hacer. Puede que para la gen Z eso no sea tan emocionante y prefieran construir y cuidar una rutina agradable y feliz alrededor de lo que ya conocen. Su gente. Sus calles. Su mundo de siempre.