¿Te gusta mucho beber alcohol? Te estás quitando 13 años de vida
El alcohol. La droga normalizada. El tóxico presente en la inmensa mayoría de quedadas y reuniones. Y en las fiestas ya ni hablar. Una cosa que sabes perfectamente que es perjudicial para tu cuerpo pero que, a falta de cifras que te metan el miedo en el cuerpo, consigues relativizar para no sentirte especialmente mal por tomarla. Pero eso se acabó. Ahora, una investigación realizada en la Universidad de Sao Paulo ha encontrado la cantidad exacta de vida que te roba beber cada cada día de la semana un poco o emborracharte bestia el fin de semana: 13 años. Ya no hay excusa. Los números hablan.
En concreto, parece ser que el estudio, publicado en la revista especializada Neurology, ha descubierto que las personas apodadas grandes bebedoras tienen un mayor riesgo de sufrir unas lesiones cerebrales llamadas arterioloesclerosis hialina. Cuando la padeces, tus vasos sanguíneos se vuelven más estrechos, más gruesos y más rígidos, lo que produce un deterioro del flujo sanguíneo. Y ya te imaginas lo que ocurre cuando la sangre no fluye bien hacia el cerebro. No hace falta tener un título en medicina. Bueno no es. Te acerca a la muerte más de lo que creíamos hasta ahora.
Para llegar a esta conclusión, el equipo responsable de la investigación efectuó una autopsia cerebral a 965 personas que nunca bebían, a 319 personas que bebían siete o menos bebidas alcohólicas a la semana, a 129 personas que bebían ocho o más bebidas a la semana y a 368 personas que habían bebido ocho o más bebidas a la semana pero lo habían dejado en algún punto del pasado. Todas ellas con una edad promedio de 75 años al fallecer. Así descubrieron que las arterioloesclerosis estaban más presentes en los cerebros de la gente que bebía más de la cuenta.
Además de aumentar la probabilidad de fallecer, estas lesiones también están ligadas al deterioro cognitivo y empeoran propiedades de tu cerebro como el pensamiento o la memoria. No solo mueres antes: vives peor. Incluso aunque no te des cuenta del todo. En palabras del doctor Alberto Fernando Oliveira Justo, autor de la investigación, “comprender estos efectos es crucial para la concienciación sobre la salud pública y para seguir implementando medidas preventivas para reducir el consumo excesivo de alcohol”. Porque tiene un precio. Y antes o después se paga.