Por qué Francia quiere limitar el consumo de soja

Las responsables son las isoflavonas. Pero que no cunda el pánico

Quizás ya te hayas enterado. Quizás ya te haya llegado la noticia de alguna manera. Y es verdad: el gobierno de Francia tiene intención de reducir el consumo de productos elaborados con soja en sus comedores escolares debido a la controversia alrededor de uno de sus componentes. Se trata de las isoflavonas, las cuales, según la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, son fitoestrógenos que pueden alterar el sistema hormonal de las personas vulnerables como los niños o los adolescentes. Al parecer, se sospecha que ingerir muchas isoflavonas podría afectar negativamente en el metabolismo e incluso en el deseo sexual.

Pero el matiz es importante: personas vulnerables. Tanto los niños como los adolescentes se encuentran en el proceso de desarrollo más importante de sus vidas y con un sistema hormonal en precario equilibrio. En este sentido, explica el investigador en salud Joaquín Vico, nada de esto implica que comer soja de manera puntual siendo un adulto sano sea nocivo para ti. Porque la ciencia no lo evidencia. Es más, los estudios realizados hasta el momento, agrega este experto, muestran que el consumo moderado de isoflavonas puede resultar muy beneficioso para el organismo. Todo lo contrario de lo que proyecta la medida francesa.

En concreto, parece ser que el consumo puntual de isoflavonas disminuye la probabilidad de padecer cáncer y promueve la memoria. Y la soja tiene bastante. Por supuesto, las personas veganas que han convertido este alimento en la base de su alimentación puede llegar a exceder las cantidades recomendadas, las cuales varían según la fuente, pero que suelen situarse entre los 40 y los 80 miligramos diarios. Para que te hagas una idea, un vaso de leche de soja de 250 mililitros contiene entre 20 y 30 miligramos de isoflavonas. Si te tomas un par de ellos al día y comes tofu y soja texturizada también seguramente excedas esa recomendación.

Eso no hace que la soja sea mala. Consumir mucha fruta puede provocar problemas digestivos debido a una cantidad excesiva de fructosa. Consumir mucho fruto seco puede aumentar mucho tu consumo calórico y promover en ti el sobrepeso. Consumir mucho pescado puede generar una acumulación excesiva de metales en tu cerebro. Incluso demasiada agua puede ser perjudicial al diluir el sodio en sangre. Al final, todo trata sobre equilibrio. Sobre comer alimentos naturales sanos sin depender de ellos. No estás diseñado para basar tu nutrición en varias fuentes contadas. Lo estás para variar. Lo estás para combinar.

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