Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando tienes coronavirus

La pandemia del coronavirus ha conseguido elevar nuestros niveles de angustia a tal grado que un episodio de Black Mirror ya no nos parece tan impactante. Vivimos una realidad que pensábamos que jamás iba a llegar y es lógico que en medio de toda esta paranoia, con más de 250.000 afectados y 10.000 muertos a escala mundial, nos montemos películas o nos dejemos influir por los bulos que circulan en las redes sociales. 

Sin embargo, la única manera de no dejar que este virus de apenas 125 nanómetros de diámetro nos gane la guerra psicológica es informarnos sobre él, aprender a reconocerlo y ser muy conscientes de los síntomas que puede producirnos para poner todas las medidas posibles para no contribuir a expandirlo si la prevención falla. Es por ello que en eldiario.es han detallado una a una todas las fases del virus en el cuerpo humano, con ella te resultará mucho más fácil cuidarte y no caer en la paranoia en estos momentos tan difíciles.

SARS-CoV-2 es un virus que se infiltra en nuestro cuerpo como un caballo de Troya. Normalmente esto ocurre cuando el virus entra en contacto con las mucosas de la nariz, los ojos o la boca. Esto puede deberse a que las secreciones de una persona afectada llegan allí tras un estornudo o que nuestros manos han transportado el virus hasta las mucosas después de tocar un objeto infectado y tocarnos la cara. De ahí la importancia de usar mascarilla para reducir el riesgo de contagiar a los demás y lavarnos continuamente las manos y usar desinfectante.

Una vez infectado nuestro organismo el virus comienza a infiltrarse en las células y a reproducirse. Es lo que se llama periodo de incubación y puede oscilar entre los 2 y los 14 días aunque lo más habitual es que los primeros síntomas aparezcan a los 4-5 días. Sin embargo, algunas personas no llegan a manifestar ningún síntoma en esta etapa, es lo que se conoce como los casos asintomáticos. El fin del periodo de incubación y el paso a la fase clínica se produce cuando nuestro sistema inmune detecta la infección y actúa para detener las células infectadas produciendo mecanismos como la inflamación.

Según la Organización Mundial de la Salud OMS los síntomas asociados al coronavirus son muy variados y dependen en gran medida del estado de salud previo de la persona infectada. Sin embargo, hay síntomas que se repiten sistemáticamente en la mayoría de los casos como la tos seca 68% de los afectados, la fiebre 88% o la dificultad respiratoria 19%, este último es el que más clave está resultando para detectar la enfermedad.

Otros síntomas asociados suelen ser la fatiga general 38%, expectoración 33%, dolor de garganta 14%, dolor de cabeza 14%, dolor muscular o articular 15%, escalofríos 11%, nauseas o vómitos5%, congestión nasal 5%, diarrea 4% y muy excepcionalmente expectoración con sangre. En algunos casos ha sido detectada también una pérdida del sentido del olfato y el gusto durante algunos días. 

Para empezar, el 95% de las personas que experimentan el coronavirus se recuperan plenamente ya que, en principio, ningún virus pretende acabar con su huésped. No obstante, la respuesta del cuerpo al virus dependerá del estado del sistema inmune del afectado, por eso las personas mayores y con inmunodeficiencia se consideran población de riesgo en esta pandemia. Aunque síntomas como la fiebre y el dolor de cabeza son molestos no son más que la respuesta del cuerpo al virus, el problema se produce cuando una respuesta inmunitaria descontrolada provoca más daño que el que pretende solucionar. Es por ello que aproximadamente un 15% de los afectados necesita ser hospitalizado.

Es importante recordar que solo cuando el virus consigue desplazarse hasta los pulmones y el sistema inmune reacciona se genera la temida neumonía viral. Esto daña las células de los pulmones puede causar una gran inflamación que encharca estos órganos dificultando la respiración. Aunque con la debida atención sanitaria las dificultades respiratorias no se agravan, en un 5% de los casos el paciente deberá ser tratado en las unidades de cuidados intensivos por medio de respiración asistida. Es por ello que resulta vital evitar el contagio masivo mediante la reclusión ya que las plazas en la UCI de los hospitales son muy escasas. 

Si el sistema inmune ha hecho su trabajo manteniendo el virus controlado el tiempo de recuperación del coronavirus se sitúa entre 1-2 semanas hasta volver a la completa normalidad. Una vez pasado el virus los afectados se vuelven inmunes a este aunque, de momento, es imposible determinar si esta inmunidad es definitiva o tiene fecha de caducidad lo que implicaría que el virus seguiría afectándonos cíclicamente hasta que se encuentre una vacuna eficaz contra él. De ahí la importancia en que los científicos desarrollen lo antes posible una vacuna segura.