La alimentación intuitiva te enseña a comer lo que realmente pide tu cuerpo

Para aplicar correctamente la alimentación intuitiva solo tienes que seguir siete principios básicos para disfrutar de sus beneficios
Una semana comiendo crudivegano

Las dietas ultra restrictivas estilo ayuno intermitente, las aplicaciones para contar calorías y los horarios de comida tienen algo en común: no tienen en cuenta las necesidades naturales de tu cuerpo. En su lugar, son herramientas gracias a las cuales puedes imponerte a ti mismx cantidades y plazos de alimentación. Pero es una práctica poco intuitiva y, desde una perspectiva antropológica, innecesaria. ¿Acaso los seres humanos de hace 50.000 años necesitaban todas estas cosas para mantener un buen peso? ¿Y si comenzamos a escuchar al organismo? Esa es la principal premisa de la alimentación intuitiva.

El término "alimentación" es muy importante dado que no estamos ante una dieta. De hecho, es una respuesta a las millones de dietas que circulan por el mundo. En concreto, la alimentación intuitiva consiste en comer o no comer en función del hambre o la saciedad del cuerpo. Ni más ni menos. A fin de cuentas, este posee los mecanismos adecuados para informarnos de sus necesidades. Simplemente debemos aprender a leer las señales correctamente. No obstante, esta técnica de alimentación contiene sus propios principios básicos. Y desde el medio Times of India han recopilado los siete más importantes.

El primero es sencillo: si tienes deseo de dulce, satisfácelo. Son muchos los alimentos dulces saludables que podemos escoger, como las frutas, pero incluso un dulce no tan saludable tampoco implica el apocalipsis. De hecho, "rechazar tus alimentos favoritos puede hacer que los anheles aún más y consumas más" en el largo plazo. Es decir, conduce a los nefastos atracones. Lo mismo ocurre con pasar hambre. El segundo principio de la alimentación intuitiva es saciarse durante las comidas. De lo contrario, acabarás picando entre horas y sin control ninguno. No solo desbaratará tu equilibrio. También te hará sentir culpa.

El tercer principio es lógico y no podía faltar: ceder a un capricho esporádicamente está bien, pero en líneas generales debemos llevar una alimentación saludable. De nada sirve escuchar el apetito del cuerpo pero meterle de manera habitual alimentos ultraprocesados a cascoporro. Lo estarás traicionando porque no fue diseñado para consumir toda esa mierda. Como también lo harás si comes más de lo que te pide. "Muchxs de nosotrxs terminamos comiendo de más por obligación social durante las reuniones sociales", apuntan desde el medio indio. Y eso es algo que no deberías hacer jamás. Tu cuerpo está antes que quedar bien.

Para terminar, hay otros tres principios fundamentales. Por un lado, disfrutar de la comida, y no andar perdidx en TikTok. Necesitas estar atento para interpretar las señales que te envíe tu organismo. Por otro lado, decir no a la alimentación emocional. "No te acerques a la nevera para hacer frente a tus sentimientos. Prueba métodos alternativos como caminar, meditar, llamar a un amigo o respirar profundamente". Y, por último, no olvidarse del ejercicio físico. Ambas dimensiones, alimentación y actividad, están entrelazadas de un modo profundo e inevitable. Al fin y al cabo, el ejercicio acelera el metabolismo.

Y recuerda lo más importante: si de verdad quieres implementar una alimentación saludable a tu vida lo mejor es ponerte en manos de un dietista-nutricionista. Porque a veces las buenas intenciones pueden resultar un desastre en la práctica y confiar en nuestro autocontrol no es una tarea que se aprenda en dos días. 

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