Trucos para dejar de pensar que va a pasar lo peor
Ahí dentro, bajo el cráneo, tienes un cerebro maravilloso cuyo principal propósito es mantenerte con vida. Recibe información a través de los sentidos y la interpreta para identificar tanto oportunidades como amenazas. Especialmente amenazas. Por eso la mayoría de veces tiendes a ponerte en lo peor. ¿Una cita Tinder casi a ciegas? Va a ser el mayor fracaso de la historia. ¿El próximo examen? Van a caer los pocos apartados que no tienes pillados bien. ¿Un viaje a México? Va a ocurrir algo horrible. La catastrofización siempre aparece.
Por una vez, no quieras controlarlo todo
En palabras de Patricia Riddell, profesora de neurociencia aplicada de la Universidad de Reading, en The Conversation, "es una tendencia a asumir que sucederá lo peor al imaginar una situación futura, incluso si tienes evidencia de que no es el resultado más probable". Todo el mundo tiene un cerebro pesimista, en cierto sentido, pero en algunas personas se radicaliza. En concreto, dice Riddell, "las personas a las que les gusta sentirse en control, y por lo tanto son intolerantes a la incertidumbre, tienen más probabilidades de sufrirlo".
Por suerte para ti, existen algunos trucos que puedes aplicar para reducir el catastrofismo. En primer lugar, dejar las decisiones para la mañana. Según la neurocientífica, "tendemos a usar nuestro cerebro emocional para imaginar el futuro cuando estamos despiertos por la noche". Y ya sabes: un estado menos racional da lugar a pensamientos más irracionales. La parte lógica de ti que sabe que la probabilidad de que tu jefx te eche mañana del trabajo por olvidarte de aquella tarea es ínfima está desactivada. No puede poner cordura.
Sé más amable contigo y ten paciencia
En segundo lugar, siempre según los conocimientos de Ridell, analizar fríamente el lenguaje con el que te hablas a ti mismx. ¿Es el mismo que usarías para hablarle a un colega que tuviera la preocupación que tú tienes ahora mismo? "Si es demasiado duro, intenta cambiar a una forma más amable de hablarte". Esto entronca con el tercer truco: ser agradable y compasivo contigo mismx en general. Estás lejos de ser justx con tu valor humano. Por eso siempre proyectas escenarios fatalistas. Sientes que es lo que mereces en realidad.
Por último, debes orientar tu inventiva. Piénsalo: ¿cuán imaginativos son los escenarios catastróficos que imaginas? ¿Cómo es posible que hayas llevado tu mente a resultados tan trágicos partiendo de unas circunstancias tan buenas? Por tu creatividad. Así que ahora trata de "pensar en las formas en las que ese evento podría salir bien". Sé imaginativo. Sueña. Utiliza tu creatividad para hacerte el bien. Al final, ocurrirá lo que tenga que ocurrir, pero te habrás ahorrado horas, días, semanas o meses de ansiedad. Habrá merecido la pena