Cómo prevenir una explosión emocional
Seguro que alguna vez has tenido una especie de explosión emocional. Puede surgir después de algo que, aunque parezca mínimo, hace que pierdas el control o tras varias situaciones de estrés o en una época donde la ansiedad es permanente. Otra de las causas puede ser que haya una depresión subyacente más profunda y a largo plazo. ansiedad es permanente no se refieren a tener la energía baja o a no poder salir de la cama, se refieren al trastorno clínico. A este diagnóstico se le unen pensamientos pesimistas o molestos que impulsan que un estado de ánimo irritable salga a la superficie.
Este caos emocional afecta directamente a la relaciones: las sentimentales, las familiares y las del trabajo. Y, si no sabes manejar bien la situación, puedes explotar en cualquier momento, no solo por los sentimientos acumulados sino también por la sensación de que nadie te entiende. Esto, a la larga, dañará cualquier tipo de relación.
Otro de los momentos difíciles que puede desencadenar un estallido emocional puede ser cuando algo que estaba planificado con cierta previsión, no acabe siguiendo los pasos esperados o, simplemente, que no suceda. Por lo general las experiencias ordenadas sirven para prevenir un caos emocional, por eso si se salen de lo pensado, puede que disparen la posibilidad de un momento de crisis.
Ante todas estas causas hay tres formas posibles de tratarlas tanto para quien las vive en carne propia como para quien comparte vivencias con alguien que las sufre.
Primeros auxilios
Si poco a poco vas conociéndote y sabes que puedes explotar emocionalmente con facilidad, puedes trabajar los llamados primeros auxilios. No se trata de resolver el problema que tienes en el mismo instante, sino de calmar tu estado emocional en general. Para ello debes dejar el inconveniente concreto a un lado e intentar buscar una calma más amplia. Si comienzas a darle vueltas a eso que acaba de ocurrir y buscas una solución rápida, puede haber más probabilidades de que des con la causa del caos y no puedas controlarlo.
Prevenir siempre
Las personas que van de cero a cien rápidamente a menudo no se dan cuenta cuando el estrés o el resentimiento comienzan a acumularse. Es importante ir haciendo un seguimiento de tus emociones: hazte preguntas, intenta escuchar tu cuerpo u observa cómo actúas cuando lo haces naturalmente. A veces es necesario parar un segundo. Incluso si no eres capaz de concentrarte, puedes escribir cómo te sientes, salir a dar un paseo o también inclinarte por un rato de meditación. Todas estas formas de entender lo que nos pasa sirven para prevenir cualquier tipo de explosión. Tú eres la única persona responsable de controlar tus emociones y no es un trabajo que tengan que hacer los demás. Es importante que recuerdes esto.
Problemas subyacentes
En la mayor parte de los casos en los que existe una falta de control sobre las emociones aparece un problema subyacente. Para reconocer que esto es así puedes hacer un recorrido hacia atrás: si has pasado más de una vez por un caos emocional que no podías controlar y luego simplemente has pedido perdón y te has olvidado del tema, seguramente has dejado algo que en el futuro volverá. Las disculpas son importantes pero, en la mayoría de los casos, no son suficientes. Es importante saber que las explosiones emocionales en sí no son el problema sino el síntoma de que hay otros problemas más grandes y tienes que ir a buscar las soluciones un poquito más allá.