Por qué es bueno que muestres tus defectos a tu pareja

Es normal ocultar nuestros defectos pero si los expresas podrás generar vínculos más auténticos
Si ocultas siempre tus defectos no podrás generar un vínculo real

Conoces a alguien y, obviamente, al principio eres súper agradable. Quizás haga algún comentario con el que no estás muy de acuerdo pero decides poner tu sonrisa estrella y darle un trago a la botella de agua que tienes al lado para refrescarte la garganta y que no te entren las ganas de vomitar. Vale, esto es ultra exagerado, nosotrxs siempre apoyamos las palabras sinceras, los debates y las opiniones contrarias. Con lo cual, si te pasa esto en una cita, no te quedes calladx. Igualmente es normal en el comportamiento humano ocultar los defectos y nuestras partes más sombrías, tenemos esta actitud porque creemos que si las otras personas observan nuestros defectos, nos rechazarán. Es natural crear entornos de relación donde ocultamos las partes oscuras de nuestra persona. Con esto no queremos decir que seas secretamente un ser maquiavélico, para nada: todxs tenemos defectos y aquí te contaremos por qué es bueno que los muestres sin miedo.

Con miedo

Cuando decides ocultar tus defectos te mueves con miedo, analizas cualquier reacción de la otra persona para ver qué piensa de ti o cómo cree que eres. Esto te desgastará y hará que nunca te muestres tal cual eres, con lo cual no sabrás si el vínculo que se forma entre tú y esa persona es real.

Censura

En el ámbito sexual, durante ese intercambio de intimidad con una posible pareja romántica es cuando más se manifiesta ese miedo. Quizás te de inseguridad poner tal o cual postura o estarás midiendo qué gestos pones. Así no conseguirás disfrutar y, créenos, en ese espacio tan privado todxs ponemos caras y posiciones raras de vez en cuando.

Menos profundidad

Tener una opinión contraria o un pensamiento más cerrado que el resto de personas no es un defecto pero puede que tú lo encuentres como tal. Si escondes tus opiniones no conseguirás ahondar en ninguna conversación y esto puede hacer que las charlas nunca sean profundas y que, por tanto, no saques nada de ellas.

Cómo cambiar esto

Para empezar a ser tú mismx en todos los planos debes abrirte y no tener miedo de ser quien eres. Obviamente es posible amoldarse a la otra persona y llegar a un entendimiento. La realidad es que quien te quiere, te querrá con tus fallos y con tus virtudes porque no hay nadie que sea en su totalidad un ser de luz. Para poder cambiar esto hay que reflexionar sobre las propias creencias que tenemos sobre qué es un defecto y qué no lo es. Realmente es un enorme trabajo de amor propio y para querernos con nuestras sombras nos puede servir hacer una lista de esas cosas que creemos que son negativas en nosotrxs. Para saber cuáles son puedes viajar a tus actuales o anteriores relaciones y detectar qué cosas ocultabas, empieza poco a poco, con aspectos como el desorden y de esta manera llegarás a lo que crees que está en el plano emocional.

A partir de ahí hay que tomar las riendas y hablar con la otra persona. Expresar los miedos es una forma de hacerse cargo de eso que vemos como un defecto. Si la otra persona realmente te quiere te escuchará abiertamente y hará todo lo posible por entender por qué ocultabas ciertos comportamientos. Y, además, es muy probable que cuando tú generes este espacio de confesión, tu pareja también se abrirá y hablará de sus propios defectos. Así se podrá crear entre ambxs un intercambio sano y nuevo, donde todo lo que creían como negativo juegue a vuestro favor.

Preferencias de privacidad