3 motivos por los que el síndrome del impostor afecta a los hombres

La brecha salarial y el patriarcado empujan a las mujeres a sentirse menos capacitadas, pero el síndrome del impostor afecta a todos los géneros
Fragmento de la serie 'The Office'

Cada vez es más común escuchar que algunas mujeres sufren el síndrome de la impostora, una queja muy asociada a la lucha feminista porque consideran que se les ha educado históricamente para esforzarse el doble y conseguir menos resultados, para estar a la sombra de los hombres cuyos méritos reciben más premios. Aunque esto sea cierto, también lo es que el síndrome del impostor puede afectar también a algunos hombres. 

El síndrome del impostor fue citado por primera vez por la doctora Pauline Clance en 1978 según publica BBC Mundo. La doctora Young cifró en 7 de cada 10 personas lo han sufrido en algún momento. ¿Te han hecho jefe y crees que no dominas las herramientas para ello? ¿Tienes la sensación de que tu éxito se debe a un golpe de suerte y que no eres bueno en tu oficio como para haber llegado donde estás? ¿Cuando opinas sobre el trabajo de tu equipo te da la sensación de que no tienes autoridad para hablar de ello aunque hayas estudiado tres másters y tengas años de experiencia? Probablemente sí que estés un poco salpicadx por el síndrome del impostor o impostora. 

Muchas de las investigadoras que han escrito sobre el síndrome de la impostora lo han sufrido también en sus carnes. Es el caso de Aida Baida Gil, científica y coach que ha escrito sobre el tema y que identifica cuatro posibles orígenes del síndrome: 

1.- Dinámicas familiares en la infancia que te presionan para sacar buenas notas o te hacen sentir menos válido que tu hermanx o tus propios padres. 

2.- Estereotipos sexuales debidos a la presión de la maternidad o a los mensajes de éxito y fracaso que tratan diferente a hombres y mujeres. Las mujeres políticas, por ejemplo, suelen recibir más críticas por sus decisiones e incluso también por su forma de comportarse. 

3.-Diferencias salariales que acentúan esa sensación. 

Y 4.- Percepción de éxito, fracaso y competencia asociada a la autoexigencia de cada unx y a metas muchas veces inalcanzables. 

La brecha salarial es una realidad demostrada que afecta a las mujeres, pero un hombre con un sueldo menor que un compañero podría sentir también el síndrome. Tres de los cuatro orígenes descritos por Aida, que trabaja mayoritariamente con mujeres, pueden afectar a hombres e incluso los estereotipos sexuales podrían afectar a un hombre si no tiene la masculinidad que se espera de él en un contexto determinado. Pensemos, por ejemplo, en un bombero sin el físico de sus compañeros o en un policía rodeado de masculinidad que no comparte esos códigos. 

Si crees que tienes el síndrome del impostor, no te creas que eres menos hombre por reconocerlo, que es el primer paso para solucionar cualquier problema. El pesimismo defensivo, según el profesor de psicología Evaristo Fernández, está asociado a este problema, que puede motivar a personas a que no tomen riesgos, no pidan aumentos de sueldo o no se atrevan a ponerse a la altura de sus compañerxs. Desde un punto de vista cognitivo, reconocer el problema y redefinir las reacciones ante los propios éxitos, visualizándolos y celebrándolos, y trabajar la autoestima, si es necesario con la ayuda de terapia, pueden ser buenos primeros pasos para salir de ese bucle. 

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