La UE cobrará dos euros por paquete de Shein o Temu
La Comisión Europea lo ha dejado claro: la Unión Europea necesita encontrar nuevas fuentes de ingresos para afrontar los diferentes proyectos que tiene entre manos: la consolidación del estado del bienestar, la transición verde o el plus de militarización que cree necesario alcanzar. Una opción evidente sería que los Estados miembros pusieran más pasta, en especial los más potentes, pero Alemania y algún otro no parece muy dispuesto al sacrificio. Ante este panorama, dice la periodista Irene Castro, corresponsal en Bruselas para eldiario.es, la UE ya estudia diferentes nuevos mecanismos de financiación como las tasas de dos euros en los envíos low cost como los de Shein o Temu.
¿Basándose en qué? Pues en que este tipo de envíos estaban hasta ahora exentos de tasas por cargar mercancías que no llegaban a los 150 euros y, dado que cada vez más gente compra cosas a estos fabricantes chinos, los servicios de aduana están trabajando cada vez más y soportando más costes. Con esta tasa de dos euros por envío la UE podría recaudar 9.200 millones de euros para afrontar esos costes extras o para otras partidas estratégicas. Quizás incluso más, pues parece evidente que el mercado chino está penetrando cada vez más en Europa y tal vez las compras a este tipo de marcas se incrementen todavía más.
Pero no es la única medida que contempla la UE. Además, y como explica Castro, está el incremento de la tasa del nuevo Sistema Europeo de Autorización y de Información de Viaje que entrará en vigor durante el último trimestre de 2026. Es, hablando claro, una tasa de 7 euros para los turistas que proceden de países con exención de visado para entrar en la Unión Europea como Reino Unido, Estados Unidos, Japón o Israel. Y, antes de que te alarmes, si es que te alarma esto, ese tipo de tasa ya la implementan algunos de esos países contigo. Es justo y proporcional, y dejará cientos de millones de euros a la Unión Europea. Más si aumentan la tasa.
Además, la Unión Europea también baraja meter impuestos a las grandes tecnológicas, a los servicios financieros, a las criptomonedas y a las grandes empresas de otros sectores. La idea es sencilla: que toda actividad económica repercuta positivamente en las arcas públicas y en la vida de la gente. Por último, escribe Castro, también está sobre la mesa lo de los impuestos verdes a las empresas fabricantes de vehículos y de otros productos altamente contaminantes. Una línea de actuación muy progresista que podría verse truncada por el paulatino ascenso al poder de la ultraderecha. Ojalá no y la UE pueda seguir creciendo en la buena dirección.