Así funciona el ascensor social en tu ciudad
Uno de los principales mantras del modelo económico capitalista, de los eslóganes con los que pretende conquistar a la gente y ponerla de su lado, es que el ascensor social funciona. Es decir, que la gente puede nacer en un contexto pobre y precarizado y pasar a otra clase social con el esfuerzo acumulado durante años. Y hay algo de mentira y de verdad en la premisa. De mentira porque, como reflejan los datos del proyecto Atlas de Oportunidades 2.0, el nivel económico de la familia condiciona en gran medida la situación económica futura. No basta con esforzarse. No basta con querer. Tienes unas cartas en la mano de inicio que no son tan buenas como las de otra gente. Que no te engañen.
De hecho, y como cuentan desde El País, donde han analizado los datos a fondo, “conocer la renta del hogar en el que un niño se crio ayuda a predecir su renta 30 y 40 años después: los españoles nacidos entre 1980 y 1986 que crecieron en hogares del 20% más pobre tenían en 2022 unos ingresos brutos de alrededor de 18.000 euros”, mientras que aquella gente que creció en los hogares del 20% más rico superan hoy de media los 32.000 euros. Una cifra que se eleva hasta los más de 45.000 euros para quienes crecieron en los hogares del 1% más rico de la población. Los datos están ahí. Y ahora que venga el neoliberal de turno a decirte que si cobras poco es porque no luchas suficiente.
Pero, como ya te decíamos antes, la premisa del ascensor social tiene una pizca de verdad. Al menos en lo que se refiere a las comunidades: algunas han aumentado su poder adquisitivo a lo largo de las décadas. Sobre todo aquellas que se sitúan alrededor de las grandes ciudades españolas. Porque esta verdad es una verdad a medias. Sí, el ascensor social de algunas ciudades y barrios funciona, pero el de otras no. Como apuntan desde ese medio, “los hijos que se criaron en los 80 en hogares de renta baja de Alcorcón o L’Hospitalet de Llobregat ganan de media 5.000 euros más que los se criaron en familias igual de pobres en Telde, Jerez de la Frontera o Dos Hermanas.
¿Y esto qué significa? Pues que el ascensor social está muy mermado y funciona casi a pilas. Tanto que en los lugares de mayor precariedad y pobreza de partida de España, como Andalucía o Extremadura, la gente está casi condenada a unos ingresos bajos. Da igual lo mucho que traten de cambiar la situación. Están profundamente condicionados desde el momento en que nacieron allí. Algo que debería hacernos replantearnos el actual modelo socioeconómico, porque no tiene sentido ni ética potenciar unas cuantas regiones mientras otras se quedan cada vez más atrás. ¿Y tu ciudad? ¿Y tu barrio? Lo puedes consultar ahí mismo.