Así se clasificaban las mentes criminales hasta el siglo XX

Criminales pasionales, profesionales o locos, en la clasificación del primer criminólogo de la historia
La famosa asesina conocida como la Vampira del Raval

Entrados en el siglo XXI, no existe una clasificación cerrada de tipos de criminales porque el enfoque multidisciplinar y psicológico relacionado con los entornos y particularidades de cada individuo se ha acabado imponiendo. Pero durante muchos años, una teoría del siglo XIX fue la base que sirvió para clasificar a los criminales.

Y vale, aunque no esté del todo vigente, esta diferenciación de tipos de criminales que hizo el médico y antropólogo italiano Cesare Lombroso, considerado padre de la criminología, en el año 1876 sirvió como guía durante muchos años y también después para refutar sus teorías, que promovían los prejuicios y la estigmatización. A veces incluso pedía la eliminación de los criminales. 

Lo publicó en el Tratado antropológico experimental del hombre delincuente, lo han recuperado recientemente publicaciones como La Mente es Maravillosa y distinguió básicamente entre seis tipos: 

El primero es el delincuente loco moral, que raramente está internado en centros de atención psiquiátrica.  Según el teórico, son personas astutas, antipáticas, vanidosas y egoístas y se parecen al criminal nato en su mandíbula prominente. Su rostro tiene varias asimetrías, según sus estudios, y en la infancia simulan locura. 

Lombroso creía que la epilepsia era una señal de criminalidad y por eso clasificó al delincuente epiléptico como uno de los tipos de criminales, que tenían ataques de manera habitual o bien sufrían la enfermedad sin síntomas aparentes. Lombroso señaló que eran vagos, amantes de los animales, destructivos y vanidosos. Tendrían tendencia al suicidio y, junto con los locos morales, son los únicos que buscan asociarse para delinquir. 

El delincuente loco y el loco delincuente son dos tipologías diferentes para el teórico italiano. Si el loco delincuente es un enfermo que no razona y no es responsable de sus actos, el delincuente loco comete un delito y después enloquece en prisión. 

Entre los delincuentes locos, Lombroso distingue al alcohólico, el histérico y el mattoide. El alcohólico se embriaga y comete delitos, mientras que el histérico tiene tendencia a mentir y al erotismo. El mattoide, por su parte, delinque por impulso y está en la línea que separa la cordura de la locura.

El delincuente pasional, por su parte, actúa por impulso y está movido por pasiones nobles siempre según el teórico. Las pasiones bajas son para los delincuentes comunes, el pasional es afectuoso y siente una gran conmoción después de cometer el delito. Sin rasgos físicos determinados, solía tener entre 20 y 30 años. La visión del crimen pasional sirvió durante años para blanquear el asesinato machista. Muchas veces intentan suicidarse y se mueven por el duelo, el infaticidio o la pasión política. 

El sexto tipo de delincuente es el ocasional, que a su vez puede ser pseudo-criminal, criminaloide o delincuente profesional, siempre según Lombroso. El pseudo suele matar por necesidad, de manera voluntaria o en defensa propia y el criminaloide, un poco parecido, es el que comete delitos movido por las circunstancias. El profesional, claro está, lo hace por dinero. Recuerda que estas clasificaciones están superadas por la criminología. 

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