¿Está Britney Spears retenida en un psiquiátrico en contra de su voluntad?

Millares de mensajes a través del hashtag #FreeBritney aportan pruebas del supuesto secuestro de la artista en un centro psiquiátrico
Instagram

El 3 de abril, TMZ, un portal estadounidense de noticias del corazón, publicaba que Britney Spears cancelaba sus compromisos musicales para internarse voluntariamente en un centro de psiquiatría. Según fuentes cercanas a la artista, habría empezado un tratamiento para recuperarse tras la dura y alarmante enfermedad que había puesto en riesgo la vida de su padre, uno de sus pilares emocionales. Pero la historia está llegando mucho más lejos.

Britney tiene una relación muy íntima con su padre. Desde que hace diez años sufrió un breakdown el colapso mental que se convirtió en un icono de la cultura pop cuando se rapó y atacó a periodistas, James Spears, su padre, es también su tutor legal. Es decir, gestiona sus finanzas y toma gran parte de las decisiones que cualquier adulto toma solo. La decisión ha sido criticada por algunos círculos de la artista porque aseguran que su padre la utiliza como un producto para enriquecerse.

La última publicación en Instagram de la cantante, del 3 de abril, era un mensaje que pedía un poco de terapia espiritual: “enamórate de cuidar tu mente, tu cuerpo, tu espíritu y a ti mismo”, y parecía que así acababa la historia, con Britney curándose en salud, superando el trauma. Pero no.

Pero no fue así. Britney's Gram, un famoso podcast sobre la cantante, acaba de revelar que una fuente “muy, muy fiable” les ha contado que la estrella del pop “está retenida contra su voluntad en un centro psiquiátrico desde enero y que por eso no hay ninguna foto suya en las redes sociales ni ha sido pillada por los 'paparazzi' desde entonces”, como Britney's Gram. Entonces, ¿qué hace Britney desaparecida?

El podcast especula con un plot twist impresionante: asegura que Britney dejó de tomarse la medicación contra la bipolaridad y otros trastornos mentales que padece y su padre decidió ingresarla forzosamente. Supuestamente, serían su padre y el mánager, Larry Rudolph, quienes tomaron la decisión de cancelar el show e internarla para utilizar la retirada de los escenarios como estrategia publicitaria. Es decir, las teorías apuntan a que anunciaron que deja la música para luego volver por todo lo alto una vez recuperada.

Tras la “revelación”, que parecía más propia de una conspiparanoia conspiparanoia , se hacía trending el hashtag conspiparanoia , para pedir que fuera liberada de este supuesto secuestro psiquiátrico involuntario. Sus fans más acérrimos se pusieron en modo detectives de Twitter y han llegado a encontrar unas fotos de su padre de fiesta en las fechas en que, supuestamente, estaba en el hospital por su terrible enfermedad digestiva. Saltaron las primeras alarmas.

Sin embargo, los fans se tomaron en serio el complot cuando la madre de Britney, Lynne, dio like a varios comentarios con el hashtag #FreeBritney en el Instagram del podcast que lo reveló todo. La conspiración parecía confirmada.

Desde entonces, los mensajes que exigen su liberación se han triplicado. A través del hashtag #FreeBritney también se ha viralizado una escena del biopic de la cantante en que se quejaba, entre lágrimas, de estar demasiado controlada y no poder vivir su vida con libertad. De momento, tanto su entorno y como la compañía de management se han mantenido en silencio sobre la polémica. Tocará esperar para ver cómo acaba todo, pero estamos lejos de haber resuelto el misterio.

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