5 preguntas trampas que pueden caer en una entrevista de trabajo

Odias las entrevistas de trabajo. Y es totalmente comprensible: son situaciones muy estresantes en las que estás en el foco de las miradas y de los juicios. Y encima jugándote un puesto de trabajo, a veces uno que deseas con todo tu corazón. Por si fuera poco, lxs especialistas en recursos humanos suelen soltar alguna que otra pregunta trampa a lo largo de las entrevistas. Según cuentan desde entrevistas de trabajo, "son aquellas preguntas que tienen intenciones ocultas: pretenden conseguir información crucial sobre el candidato más allá del contenido aparente de su enunciado. Así que más te vale conocerlas y estar preparadx.

Esta es una de las más comunes. Como indican desde este mismo medio, "esta pregunta tiene doble objetivo oculto: comprobar si adularás gratuitamente a tu futura empresa a la primera de cambio y descubrir si tiene claros los valores, intereses y necesidades de la empresa". Para no cagarla debes describir de la manera más abstracta posible lo que sería una empresa ideal para ti. No seas demasiado específicx ni te metas en un berenjenal innecesario. Ah, y por lo que más quieras, no respondas con el nombre de otra empresa. Estarás fuera.

Otra de esas preguntas trampa de la que difícilmente escaparás. Probablemente te caiga en una entrevista o en otra. En estos casos y como explican desde Business Insider basándose en las enseñanzas de la reclutadora y psicóloga Eva Porto, debes centrarte en condiciones que rodeen el puesto de trabajo como estar muy lejos de casa o tener que pillar el coche en lugar de transporte público. Pero ni se te ocurra citar funciones de trabajo concretas. Eso es una sentencia. Sobre todo si tienen otrxs candidatxs más convencidxs.

A primera vista, pensarías que esta pregunta tiene como objetivo conocer qué carencias tienes. No obstante, y como apuntan los expertos, en realidad "con esta pregunta lo que se busca es averiguar si el candidato tiene autocrítica y espíritu de superación". Así que no te lances al típico discurso rencoroso y quejicoso en el que pones a tu antigua empresa a parir. En su lugar, encuentra una fórmula más amable en la que aceptes que las cosas salieron mal y que estás preparado para aprender de los errores. Ofrece mucha mejor imagen.

Esta pregunta trampa es especialmente tramposa porque juega con tu ego. Sí, tienes ganas de responder que te pones un sobresaliente. Sin embargo, dice la propia Porto, "la nota perfecta es el notable: digamos que te pones un 7, por ejemplo, porque estás orgulloso de tus logros y capacidades, pero que hay zonas que todavía quieres desarrollar y esperas hacerlo dentro de esa empresa". Quien entrevista no va a hacerse una idea de tu valor profesional por tu respuesta a esta pregunta, pero sí de tu carácter y de tu humildad.

Esta pregunta es especial. Y lo es porque tiene dos finalidades: conocer tu personalidad a través de tu ambición y obtener información para negociar exitosamente. En ese sentido, advierte Porto, "aquí es sumamente importante que la empresa se moje primero y haga una propuesta salarial, porque si tú dices tu salario la empresa puede poner un ancla". En caso de que no sea posible, y quien entrevista insista en que ofrezcas una respuesta, no sueltes una cifra exacta, sino un rango salarial amplio. Eso te dará mayor margen de negociación.