El Ministerio de Vivienda se transforma ante el clamor social
Los datos no engañan: España es el cuarto país de la Unión Europea en el que más aumenta el precio de la vivienda con un 11,4% anual, solo por detrás de Bulgaria, Hungría y Portugal. Y es solo una cifra más dentro de un panorama horrible al que no dejan de brotarle malas noticias. Es desesperante. Sobre todo porque no parece haber nadie que se haga cargo de ello. En parte, queremos creer, porque la mayoría de competencias relativas a la vivienda se encuentran transferidas a las comunidades autónomas, muchas de las cuales están gobernadas por partidos de derecha. Aún así, el Ministerio de Vivienda y su líder tampoco parecen haberse matado por aliviar el drama de la gente.
Así lo explican tres periodistas de eldiario.es, quienes aseguran que “en realidad, desde el mismo día de su toma de posesión su discurso estuvo impregnado de permanentes gestos a los dueños de viviendas que fueron acogidos con recelos por los sindicatos de inquilinos”. Sí, Isabel Rodríguez es la misma que dijo que el problema de los precios del alquiler podía resolverse pidiéndolo un poquito de solidaridad a los caseros. Y sí, es la misma que ha guardado silencio tras cada una de las manifestaciones por la vivienda de los últimos tiempos. La excepción ha sido esta última, en la que la participación ha sido brutal. Parece que Rodríguez ahora sí está por la labor.
Primero, porque hubo mensajes públicos de comprensión hacia las asociaciones que convocaron la manifestación del pasado 5 de abril y hacia la ciudadanía afectada en general. Segundo, porque el ministerio que preside parece tomar en estos momentos una dinámica más agresiva y decidida. Rodríguez ya no habla tanto de proteger a los caseros que se ganan la vida con sus alquileres y sí de que la vivienda “debe ser para vivir y no para especular”. Hay un cambio claro de discurso. Vete tú a saber si por un cambio de convicciones propias o simplemente porque la gente está apretando. Y que luego te intenten convencer de que las protestas no sirven para nada, eh.
En cualquier caso, y según estos periodistas, el Ministerio de Vivienda se ha puesto ahora a tope para desarrollar el paquete de medidas anunciadas por Pedro Sánchez en enero. Que ya ha llovido. Literalmente. Por ejemplo, la puesta en marcha de una empresa pública de vivienda sigue congelada. También aquello de que habría una exención fiscal del 100% del IRPF para los caseros que alquilen según los precios de referencia. Vamos, que se han dormido. Y sí, es verdad que la división de competencia con otras administraciones dificulta las cosas, pero para eso existe EL TRABAJAR y el negociar y el trabajar otra vez. Que esto es una prioridad absoluta. Lo han dicho las calles.