Desciende un 40% el paro entre las personas con diversidad en solo una década

Pero sigue habiendo una brecha salarial muy grande respecto a la población general

Entre tanta noticia desmoralizadora, entre tanto arancel y tanta guerra, surgen a veces noticias mucho más optimistas y esperanzadoras que te ayudan a recuperar la fe en el ser humano y en la sociedad. Y esta es una de ellas: según refleja el Informe 10 elaborado por el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet) de Fundación ONCE, la tasa de desempleo entre las personas con diversidad física y/o intelectual ha descendido un 40% en solo una década aquí en España. Como dicen desde el propio observatorio, “todo ello demuestra que las personas con discapacidad tienen mejor capacitación y eso contribuye a un mejor acceso al mercado laboral”.

En estos momentos, más concretamente, ya hay más de 550.000 personas con diversidad con un puesto de trabajo y cotizando a la Seguridad Social. Algo incluso aún más importante en sus vidas que en la de los demás: según recoge el Informe AROPE, elaborado en el año 2023, la tasa de riesgo de pobreza de este colectivo asciende al 31%, 4,5 puntos por encima de la de la población general. Sí, por razones económicas y sociales, se encuentran en un mayor riesgo de sufrir exclusión social. Que se estén integrando en el mercado laboral es una prueba de que estamos derribando los prejuicios que cargábamos sobre sus hombros.

Dentro de este colectivo, además, existen subgrupos en una situación de aún más vulnerabilidad, como las personas con diversidad de entre 25 y 44 años, las mujeres, las personas con diversidad intelectual. Y todos ellos han experimentado un aumento de la tasa de empleo en estos últimos diez años: 8,4%, 6,3% y 4,3% respectivamente. Además, el número de personas con diversidad en paro de larga duración se ha reducido en 2,5 puntos en apenas 12 años. Para Odismet, un factor clave en todo esto es la reforma laboral aprobada en 2021 que, según el organismo, “ha supuesto un importante apoyo para la estabilidad” laboral del colectivo.

Una teoría que viene respaldada por más datos: los contratos temporales se han reducido un 31,7% entre las personas con diversidad y los contratos indefinidos han crecido un 18,5%. Es decir, que no solo ha aumentado el empleo entre este colectivo, sino además el empleo de mejor calidad. Aún así, la cosa no es ni mucho menos idílica, porque el informe también revela que “la diferencia de sueldos ha aumentado respecto al resto de la población: el sueldo medio anual de una persona con discapacidad está 5.067 euros por debajo de quienes no tienen discapacidad”. Y esto lo sufren más las mujeres. Queda mucho terreno por conquistar.

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