Maneras de usar la lengua para encender a la otra persona antes del sexo

El truco es jugar tanto con la ambigüedad de tus intenciones como con su creciente deseo
Maneras de usar la lengua para encender a la otra persona antes del sexo

Esto lo saben hasta en Andrómeda: la lengua es una de tus principales aliadas en el sexo, tanto a la hora de recibir placer como a la hora de proporcionarlo a otras personas. Donde se ponga una lengua juguetona que se quite lo demás. O casi. Y lo bueno que tiene es que es un arma bastante versátil: lo mismo puede servirte para meterte directamente en faena que para encender las cosas de una manera mucho más sutil. Es tan efectiva como rematadora que como iniciadora. Y esto último es precisamente lo que lxs expertxs del medio especializado Poosh aconsejan potenciar. Porque lo primero casi siempre cae. Pero de lo segundo probablemente suelas olvidarte más a menudo.

Y es una pena porque con tu lengua puedes calentar incluso un témpano. ¿Cómo? Desde este medio aportan unos cuantos "trucos de buen gusto que resultan muy sensuales por encima de cualquier otra cosa". Como por ejemplo la lamida de las orejas. Es cierto que hay ciertas personas a las que no les mola (y por eso tienes que estar siempre atentx a la reacción de tu pareja sexual y comunicarte con ella), pero son minoría. La lengua húmeda en ese área, junto con la respiración, suele poner muy cachondx. "Seguramente provocará escalofríos en todo su cuerpo". Además, estarás en el lugar idóneo para decir cositas que le vayan poniendo a tono. Tú eliges el grado de intensidad

Más alternativas

Otra estrategia para activarle sexualmente es la lamida del pecho y de los pezones. Pero ojo de nuevo: algunas personas tienen tantísima sensibilidad en los mismos que una lengua muy insistente o muy intensa puede provocarles molestias. Testea. Ve despacito. En palabras de lxs especialistas de Poosh, "lame el pecho hacia arriba y hacia abajo y suelta algunos besos aquí y allá para provocarle mariposas a tu pareja, delinea su pezón e incluso muérdelo suavemente para encenderlo aún más". También puedes lamerle el dedo con indiferencia mientras veis una película en HBO Max o lo que sea. Ese rollo de que no entienda del todo si solo estás tonteando o vas a lo que vas pone mucho.

Orejas. Pechos. Dedos. Y no te olvides de la espalda. "Puedes comenzar con un masaje en los hombros con tu cuerpo colocado muy cerca de la otra persona, y luego comenzar a lamer la espalda y el cuello y terminar con un pequeño mordisco en la oreja". Pocas personas se pueden resistir a eso. Por último, y ya con una intencionalidad más clara, menos ambigua, puedes lamerle directamente las piernas. Aquí el tempo es muy importante: la manera en la que subes poco a poco por la misma hasta acercarte a la parte interna del muslo. Juega con sus ganas. Juega con su ansia. Juega con su deseo. Ah, y como dicen desde este medio, "en caso de duda, lame en cualquier lugar".

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