¿Qué son las relaciones yoyó y por qué debes evitarlas?
Responde a una sencilla pregunta: ¿suele pasarte eso de enamorarte y estar profundamente feliz en una relación pero sentir intermitentemente el irrefrenable impulso de salir corriendo para recuperar tu libertad absoluta? ¿Sí? Pues eso significa que tienes una personalidad yoyó y que tus relaciones románticas difícilmente triunfarán. Al fin y al cabo, las personas con las que estés, incluso las más pacientes de ellas, terminarán por cansarse de tus idas y venidas y se marcharán en busca de otra persona que les proporcione seguridad. No obstante, dice el psicólogo clínico Randi Gunther en Psychology Today, esta predisposición puede combatirse con el conocimiento adecuado.
En concreto, con el conocimiento de su causa, que según el propio Gunther suele ser una de ocho opciones muy habituales. Por ejemplo, el miedo a la intimidad, que te llevaría a acercar y alejar a tu pareja según conveniencia para mantenerla a una distancia con la que no te sientas amenazadx. O el miedo a que conozcan tus secretos, que te conduce inevitablemente a esconderte detrás de muros imaginarios cada vez que tu pareja los tiene a tiro de piedra. También el miedo a ser abandonadx y el miedo al fracaso. Este último es casi patológico en algunas personas y les lleva a refrenar sus relaciones íntimas para minimizar el grado de fracaso en caso de que acaben.
Podría llevarte al autosabotaje
Pero no todos los motivantes de la intermitencia en el compromiso romántico están relacionados con miedos. También están los anhelos, como ese que te dice que podría haber alguien mejor ahí fuera. A partir de ahí, y en palabras de este psicólogo, “comienzas a ver fallas en tu pareja y racionalizas que mereces más”. Del mismo modo, también podría ocurrir que simplemente no creas que te quieran de verdad y te la pases poniendo a prueba a tu pareja: te alejas constantemente para comprobar que se acerca, lo que interiorizas como una demostración de compromiso. Por supuesto, esta actitud está vinculada a la falta de autoestima y a un concepto erróneo del amor.
Y quedan dos causas frecuentes. Por un lado, que te aburras en las relaciones estables, lo que te impulsaría a alejarte para forzar conflictos y darle emoción a la relación. Hasta el punto de amenazar con irte del todo. Por otro lado, que estés buscando una figura parental simbólica en tus relaciones románticas, algo que derivaría en falta de pasión sexual y en consecuencia y muy habitualmente en buscar esto fuera de la misma, manteniendo una dinámica yoyo de ahora sí/ahora no. En cualquier caso, y si te ocurre, conviene trabajarlo en terapia, porque este comportamiento, proceda de dónde proceda, intoxica todas las relaciones, provoca infelicidad y garantiza el desastre.