El beso en la frente tras una cita: ¿el presagio de una ruptura?
Ponte en situación. Imagínate que ya has tenido unas cuantas citas con alguien y que piensas que todo va bien, que tal vez la cosa vaya a algún lado. Incluso te estás permitiendo ilusionarte un poquito. Una mañana, sin embargo, después de haber pasado la noche juntxs, se despide de ti dándote un beso en la frente. Tierno, ¿verdad? Nada malo ahí. O al menos a priori: las redes sociales se han llenado últimamente de crónicas en primera persona de gente a la que le han dado ese beso y la han abandonado después. De ahí que ya se le conozca como el beso de la fatalidad. El que no quieres recibir. El que augura un creo que deberíamos dejarlo aquí o, peor, un ghosting.
Y es raro porque el beso en la frente inspira una intimidad que va más allá de lo sexual. O dicho de otra manera: nunca se puede saber el cariño que te tiene otra persona durante un beso en la boca, especialmente durante las primeras citas de la relación, porque hay un componente sexual muy fuerte. Y ya sabes lo que pasa cuando hay mucha libido de por medio en estas cosas. Pero el beso en la frente es más puro. No hay mucha calentura ahí. Y cuando se lo das a alguien, ya sea tu padre o tu hermana pequeña, le muestras que le quieres de verdad. Por eso raya tanto que de repente esté sirviendo de punto y final en relaciones superficiales que aún no han germinado.
Quizás, y esta es una teoría que se baraja, es porque la gente sigue teniendo mucho cariño para dar dentro, pero pasa de relaciones porque se ha convencido de que la soltería sin compromiso es más deseable. Como cuenta una afectada en este artículo de Dazed, “debido a la cultura de las relaciones casuales, creo que la gente quiere las ventajas y la fantasía del romance y las relaciones, sin el compromiso”. En plan hola soy tiernito y suavito contigo, pero paso de relaciones, así que me despido con un delicado y sentimental besito en la frente como quien no quiere la cosa. El problema es que ya se conoce el rollo y mucha gente anda temiendo ese maldito beso.
Sobre todo mujeres. Como apuntan desde dicho medio, “parece que muchísimas jóvenes tienen una historia de terror relacionada con besos en la frente, y cada vídeo sobre el tema genera innumerables comentarios que las relacionan con sus propias experiencias”. No puede ser casualidad. No puede ser que toda una generación empiece a padecer una misma experiencia una y otra vez sin que haya una cuestión sociocultural detrás. El problema, además, es que ahora se da una resignificación de ese tipo de beso y cada vez más será imposible darlo sin generar dudas en la otra persona. Y a ti, ¿te han dado alguna vez este nuevo beso de la muerte?