Esto es lo que deberías hacer cuando estés a punto de romper con tu pareja

Las relaciones siempre tienen altibajos. Las épocas de crisis son complicadas de llevar, sobre todo porque, si la pareja se estanca en estos intervalos, luchar por una solución será una batalla cuesta arriba. Las épocas malas o buenas son muy diferentes según el momento en el que estéis. Si la relación acaba de empezar, los instantes felices serán más protagonistas que los de desacuerdo. Si lleváis juntos muchos años, es posible que haya más momentos de enfrentamiento o donde irán surgiendo diferencias. Tanto para unos como para otros tener algunos aspectos más o menos fijos a los que acudir para que la relación siga funcionando, siempre viene bien. Desde más momentos de enfrentamiento que implantarse a uno mismo para esos momentos en los que es necesario tirar hacia adelante con la relación.

Que la persona se sienta correspondida será algo positivo siempre. Asimismo, pedir afecto y cuidado —aunque pueda no ser lo que usualmente haces por miedo o por demostrar algo que no eres— te ayudará a averiguar y entender qué es lo que mereces. Las relaciones funcionan muy bien cuando el afecto y la atención están equilibrados. No obstante, también pasaréis por épocas en las que unx estará más entregadx que otrx. Esto también es normal y no hay nada malo en que ocurra.

Si el conflicto en vuestra relación deriva de una falta de comunicación, empezar por escuchar será una de las mejores herramientas a las que aferrarse. Si sientes que la otra persona no te entiende o tenéis varias discusiones porque veis los conflictos de forma distinta, tendrás que ser tú quien frenes y aprendas a escuchar lo que tu pareja necesita decirte. Este consejo puede servir para prevenir otras discusiones por falta de comunicación. Además, escuchar a tu pareja hará que esta también se preste al entendimiento y querrá también escuchar lo que tengas que decir.

Las perspectivas son sumamente importantes dentro de un conflicto. Es más, puedes hacer una prueba. Si conoces a alguna pareja que se haya peleado podrás comprobar que hay dos versiones diferentes de la historia. Cada unx destacará como malo lo que más le ha dolido y, seguramente, no coincidan. Nos han enseñado poco a tener empatía y aprender a cambiar la perspectiva. Ojo, esto no es fácil pero sí es muy sano una vez que se lleva a cabo. Para poder implantarlo intenta pensar que tu pareja es una persona con sentimientos, pensamientos y experiencias propias que no son ni iguales ni parecidas a las tuyas. Cuando tu pareja te explique cómo se siente, intenta imaginar que tú sientes lo mismo. De esta manera podrás ver las cosas —al menos un poco— a través de sus ojos.

Si lleváis mucho tiempo y tenéis problemas tras problemas pero aún creéis que vuestra relación puede funcionar, habrá que acordar que hay ciertas cosas que no pueden suceder. Sobre todo aquellas que hagan que te sientas mal. Por ejemplo, si necesitas que tu pareja te halague más, puedes pedirlo. Ser vulnerable y tener ciertas necesidades no es un problema. Es más, poder decir abiertamente tanto lo que te hace bien como lo que te hace mal hará que mejore la comunicación y, además, le permitirá a tu pareja ver ciertos aspectos —como decíamos antes— a través de tus ojos.

Aún así, hay momentos en los que no es posible forzar lo que no funciona. Aceptar que algo no puede continuar sobre todo cuando es una relación es muy complicado, pero a la larga será la opción más sana para ambos.