6 señales de que el miedo al compromiso está a punto de arruinar tu relación

Si una relación no evoluciona es mejor dejarla ir

Atascada. Perdida en una mediocridad insatisfactoria que parece no terminar nunca. Muchas relaciones no avanzan en absoluto a pesar del paso del tiempo y la culpa de todo ello está clarísima: tú, la otra persona o ambos no estáis implicándoos emocionalmente como deberíais si queréis tener algo más que un pasatiempo. En otras palabras: en esa relación apesta a miedo al compromiso. ¿Y cómo descubrirlo? El coach Preston Ni explica en no estáis implicándoos emocionalmente las seis señales de esta crisis.

1. "Hola, os presento a X".

Quizá parezca sacada de una conversación entre amigas o amigos de una comedia romántica barata: "¿Vas a conocer a sus padres? Esto es serio, eh. Uhhh". Pero según Ni, hay mucha verdad escondida aquí. En concreto, dice este autor, "una señal de si una relación incluye compromiso es cuando los amigos más íntimos de la pareja, y especialmente la familia, son presentados e incluidos en las actividades sociales". Nada de vidas paralelas o de relaciones en las que los dos se introducen con normalidad en la vida de la otra persona. 

2. Otras prioridades vitales

Nadie está diciendo que tener otras cosas en la vida más allá de la relación sea malo. Todo lo contrario: tener vida independiente es un síntoma de madurez personal y relacional. No obstante, y como indica Ni, hay quienes tienen como prioridades más grandes que la relación aspectos como la carrera, los hobbies o las redes sociales. En esos casos, escribe: "una relación romántica puede ser vista como un esfuerzo a medio tiempo". Y así es muy difícil, hay que poder equilibrar, pero la relación tiene que estar entre tus prioridades.

3. Distintas velocidades

Interioricemos esto de una vez: una relación es algo más grande que la suma de sus partes, pero sigue siendo resultado de esas partes. Y si una de ellas está en modo pasivo ante la vida, viéndolas venir y enclaustrada en un trabajo sin futuro o unas amistades tóxicas, mientras la otra se muestra proactiva y determinada a evolucionar y vivir la vida, es bastante probable que los caminos acaben divergiendo. Comprometerse con uno mismo es comprometerse con la relación.

4. Problemas de comunicación

Cuando una relación sufre de mala comunicación hay dos lecturas posibles: o ambos o alguno de los dos es un desastre gestionando las emociones o expresándolas, o ambos o alguno de los dos no está comprometido realmente. ¿Y por qué este último caso? Pues porque cuando contemplas una relación solo como un pasatiempo no quieres emplear tiempo o energía en construirla con amor. Todo ese trabajo que requieren las relaciones te quema. Y en su lugar solo destruyes. Hablar claro y con cariño es clave para que os entendáis.

5. Problemas con las relaciones

Ocurre también, como señala Ni, que algunas personas simplemente tienen problemas con las relaciones en general. Y eso puedes verlo, apunta, en que son altamente autosuficientes, en que evitan la intimidad emocional, en que se ahogan rápidamente si entras en su espacio, en que tienen problemas para confiar en los demás o en que tienen discursos poco optimistas acerca del amor y las relaciones románticas. Estar con una persona así es darse cabezazos contra un muro.

6. Narcisismo

Ni lo tiene muy claro: si uno de los dos miembros de la pareja es narcisista, sus intereses no son precisamente comprometerse en una relación. Él está interesado solo en sí mismo y utiliza a la otra persona para satisfacer sus necesidades, ya sean sexuales, afectivas, sociales o económicas. ¿Que cómo lo identificas? Observa si te trata con respeto, si tiene exigencias desproporcionadas o si se siente superior a ti. Pregúntate: "¿me siento bien conmigo mismo en esta relación?" Si la respuesta es no, es hora de comprometerte con tu amor propio.

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