12 microgestos para saber si le interesas desde la primera cita

Todo nuestro cuerpo es la constante expresión de quiénes somos y, por tanto, un reflejo de cómo pensamos. No es en sí la forma de nuestro cuerpo sino más bien cómo nos movemos o qué expresiones realizamos. Es el “lenguaje corporal” e incontables obras, estudios o investigaciones han querido descifrar o interpretar qué está diciendo nuestro cuerpo cuando estamos en silencio: brazos cruzados, tocarse la nariz, la cabeza apoyada en la mano, mirar de reojo… todas estas expresiones las hacemos de forma inconsciente y, aunque no lo sepamos, significan algo y pueden interpretarse. Esto también aplica para las primeras citas. Estos 12 gestos pueden ayudarte a saber si está interesadx en ti, aunque nadie debería interpretar uno solo de ellos como un portazo definitivo.

Esta postura, si se hace de forma continuada, puede interpretarse como pereza, arrogancia, aburrimiento o desinterés. También podría denotar timidez o indecisión.

Si la persona se acerca demasiado a ti y no deja en ningún momento de respetar tu espacio puede significar agresividad o intento de dominación.

Mirar a los ojos puede ser señal de interés o confianza. Por el contrario, si la persona no deja de mirar a otro lado o no es capaz de mantener el contacto visual, puede no generar confianza, mostrar inseguridad o poco interés en mantener una conversación. No siempre es así. También puede tratarse de una persona muy inquieta y nerviosa que, por lo general, se despista fácilmente. Para saber por qué no te mira fijamente, tendrás que investigar un poquito sobre su personalidad.

Esta postura suele interpretarse como una actitud a la defensiva, sobre todo si la conversación involucra intercambio de opiniones, preguntas, debate o crítica de algún tema. Quien se cruza de brazos puede demostrar que no tiene intención de llegar a un acuerdo ni de dialogar o que está protegiendo su postura también podría ser por miedo o timidez.

Una persona muy inquieta que tiene muchas cosas en la cabeza y que no es capaz de centrar su atención ni de focalizarla tendrá este comportamiento que puede reflejarse en, por ejemplo, el imparable movimiento de una pierna.

Tener constantemente las manos en los bolsillos de la chaqueta o el pantalón, así como también cogerse las manos detrás de la nuca puede transmitir rigidez e incomodidad. No sabe cómo acomodarse.

Este gesto está asociado a la mentira, el engaño o la simulación. De forma inconsciente, va hablando mientras fija la mirada en otros puntos para que no se note que lo que dice no es cierto. Así, además, puede ir construyendo una historia creíble.

No es sencillo captar este gesto o al menos no es fácil diferenciar una sonrisa verdadera de una falsa, sobre todo si no conoces a la persona. Las sonrisas de verdad van acompañadas de un movimiento de cejas y de una alegría que también se muestra en la mirada, las falsas tienen más dificultades para simular estas expresiones.

Si da un paso atrás o se inclina al responder una pregunta o tomar una decisión está demostrando que no tiene mucha confianza en sí mismx, que tiene incertidumbre y muchas dudas.

Las manos juntas por las yemas de los dedos pueden demostrar que alguien quiere impresionar o quiere generar una actitud de confianza pero, en realidad, también puede ser una forma de despistar que, en el fondo, es débil y no querrá abrirse a ti. Al menos no de momento.

Este gesto es muy común en mucha gente. Se trata de una postura impaciente, de alguien que está esperando, en este caso, que el encuentro se acabe o que pase algo más. Asimismo, cuando alguien se coloca de esta manera puede estar dudando de ti o comenzando a cabrearse.

Este gesto puede ser involuntario pero, sobre todo en una primera cita, es una expresión poco respetuosa que, además, indica que no tiene ningún tipo de interés en dicho encuentro.

Se recomienda que en cualquier cita se hable con sinceridad y que, si no te encuentras cómodx, puedas transmitir que no tienes interés en la cita. Si te comportas de forma sincera y, además, la persona te interesa, sonreirás de verdad, mantendrás el contacto visual, dejarás los brazos relajados porque estarás cómodx y prestarás atención a la persona con la que te encuentras. Además, tanto tú como quien tienes enfrente podéis estar algo nerviosos y es normal que os comportéis de forma un poco diferente a lo que haríais habitualmente, así que lo más importante es que os conozcáis en confianza para saber si os interesa de verdad seguir avanzando.