Tu perro muestra entusiasmo ante el habla dirigida a perros de cualquiera. Tu gato solo ante el habla dirigida a gatos que proviene de ti
Estas son algunas de las diferencias entre gatos y perros

Sorpresa de las buenas, de hecho. Porque tu perro se vuelve absolutamente loco de felicidad cuando le hablas y diriges tu atención hacia él, su rabito meneándose frenéticamente, sus orejitas agachadas, su cuerpo inquieto, mientras que tu gato parece no hacerte ni puto caso o un caso mínimo. Uno parece decirte con su comportamiento que te ama por encima de todo y que eres el ser más especial del universo para él. El otro parece decirte que puede que le caigas bien y poco más. Sin embargo, y como cuenta el experto Bence Nanay, de la Universidad de Amberes, “los gatos tienen una reacción mucho más fuerte al habla cuando es su dueño quien lo hace”. El resto de la gente le da igual.

”La reacción de los perros es bastante difícil de pasar por alto, ya que va desde saltar arriba y abajo hasta saltar arriba y abajo como locos, pero los gatos son, como tantas otras veces, mucho más sutiles: giran los orejas o incluso la cabeza ligeramente en la dirección de la voz y puede dejar de acicalarse”. Las investigaciones muestran, según el propio Nanay, que esta reacción sutil es en realidad muy significativa, ya que a diferencia de los perros, que reaccionan con similar intensidad o incluso con la misma intensidad con independencia de qué humano hable, tu gato solo muestra interés en ti, lo que prueba que verdaderamente te considera muy especial. Son animales muy selectivos.

Así conectan contigo los gatos

Por supuesto, y como indica este especialista en Psychology Today, “todo esto claramente no muestra que los gatos estén más interesados en sus dueño que los perros, y mucho menos que los amen más, pero en un aspecto tan importante como este son más perspicaces” y prueban tener “un vínculo especial con su dueño en este sentido”. Seguro que tu perro te ama profundamente pero en sus genes está sentir amor y devoción similar por cualquier ser humano. Son así de amables. De amorosos. De abiertos y confiados. Tu gato, por el contrario, requiere de muchos más momentos con una persona para desarrollar una conexión. Contigo la tienen. Con el resto del mundo no.

Y lo curioso es que este fenómeno se mantiene cuando hablas a tu perro o a tu gato con lo que se conoce como habla dirigida a perros y habla dirigida a gatos. Ya sabes: eso de “utilizar tonos más altos, vocales extendidas y muchas repeticiones”. “¿Quién es el animal más boniiiiiiito del univeeeeeeerso?”. En ese sentido, “los estudios descartan que sean las simples características acústicas del habla dirigida a gatos la que hace que tu gato se interese, como el tono o la repetición, ya que las mismas características acústicas no hacen nada cuando es un extraño quien las pronuncia”. Son inmunes a ese hablar si no viene de ti. Quizá no muestren tanto entusiasmo. Pero el que muestren solo lo muestran con su queridx dueñx. ¿No es precioso?

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