Representantes del Gobierno irán al Orgullo prohibido de Hungría

Viktor Orbán odia a la comunidad LGTBIQ+. El mundo debe protegerla de él

La ultraderecha está enrabietada porque los derechos LGTBIQ+ se han expandido muchísimo durante la última década y está decidida a enterrarlos de nuevo como sea. Lo de Hungría es el ejemplo claro: el 18 de marzo de 2025 el parlamento húngaro, controlado por Viktor Orbán, aprobó una ley que prohíbe organizar o participar en eventos LGTBIQ+ bajo el pretexto de que la sociedad debe proteger a los menores. Nauseabundo. Y distópico porque recoge que las autoridades policiales pueden utilizar tecnología de reconocimiento facial para identificar a lxs participantes y ponerles multas de hasta 500 euros e incluso ingresarles en prisión por un año.

El siguiente paso fue la denegación de la solicitud de organización del Orgullo en Budapest por parte de la policía y con la ley esta asquerosa como justificación. Por suerte, el alcalde de la capital húngara, Gergely Karácsony, ha anunciado que la ciudad organizará oficialmente un evento para el Orgullo el próximo 28 de junio y que no será necesario que lo apruebe la policía. Un pulso a las políticas fóbicas de Orbán. Y un pulso que necesita apoyo: al Orgullo húngaro irán representantes de oenegés de todo el mundo, activistas de todo el planeta y políticos tanto del Parlamento Europeo como de los diferentes gobiernos sensatos de Europa.

Entre ellos el español. Sí, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, avanzó este domingo en una entrevista con Europa Pressque acudirá a la manifestación alternativa al Orgullo. En sus propias palabras, “estamos viendo la agenda. El Gobierno va a estar y, desde luego, si no estoy yo presencialmente por motivos de agenda, gente del equipo y probablemente el director general estarán”. Una presencia fundamental. Piensa que si no hubiese público internacional, si no hubiese allí representantes políticos de otros países, la respuesta de Orbán a la manifestación paralela podría ser dramática. Lo más razonable es pensar que ahora se medirá mucho más.

Todo esto es tan lamentable como hermoso. Lamentable que haya políticos y votantes que desean ponerle trabas a las vidas de tanta gente que no han hecho daño a nadie. Lamentable ese egoísmo. Lamentable esa necesidad de decirle a los demás cómo deben vivir. Y hermoso porque la respuesta internacional está siendo contundente y unida. Como debería ser siempre. Con Hungría. Con Estados Unidos. Con Israel. Y con quien fuera. Tenemos la obligación de defender siempre y sin excepción la dignidad humana y para ello no hay nada tan poderoso como la asociación y la colaboración. Húngarxs del colectivo LGTBIQ+: no estáis solxs.

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