El Tribunal Supremo de EEUU está estudiando la anulación del matrimonio homosexual

Todo llega tras la negativa de una funcionaria a otorgar licencia matrimonial a una pareja gay

Lo malo de las dictaduras es que no nacen con un letrero identificativo. Surgen de manera camuflada. Poquito a poco y tratando de no levantar sospechas. Y en cierto sentido es lo que está pasando últimamente en algunas regiones como Estados Unidos. Para el mundo es una democracia, pero las maneras de actuar de Trump se parecen cada vez más a las de un líder totalitario que retuerce el sistema de mala manera para imponer su visión de las cosas. Estados Unidos está en peligro. Y especialmente su colectivo LGTBIAQ+: Trump ya expulsó a las personas trans del ejército y ahora la Corte Suprema de EEUU evalúa si anular el matrimonio homosexual.

¿En serio? ¿En esas estamos? Tristísimamente sí. En 2015, tras muchos años de matrimonio igualitario en otros países del mundo como España, el llamado fallo Obergefell v. Hodges legalizaba la unión entre personas del mismo sexo en todo el país. Fue un golpe precioso para la tolerancia. Una victoria del progresismo. Una derrota de una ultraderecha que aún no tenía la fuerza que tiene hoy. Ahora, y después de que una ex funcionaria de Kentucky acudiera a la Corte Suprema de Estados Unidos para revisar su caso -su detención por negarse a emitir licencias de matrimonio a una pareja gay por motivos religiosos- aquel fallo histórico está en juego.

Sí, Kim Davis, como se llama esta mujer, solicitó a la Corte Suprema que protegiera su libertad religiosa y que anulara la decisión Obergefell por ser “una ficción legal y un error constitucional de gran impacto”. Quería que nadie la penalizara por mantener sus convicciones religiosas y que dicho tribunal cancelara la indemnización que estaba obligada a darle a la pareja homosexual a la que negó un derecho reconocido: 100.000 dólares por daños emocionales y 260.000 dólares en honorarios legales. O dicho de otra manera: Davis considera que el matrimonio homosexual es una herejía que no tiene respaldo constitucional. Que hay que prohibirlo.

¿Ocurrirá? En principio el sentido común hace pensar que no, pero últimamente estamos viendo muchísimos retrocesos en derechos civiles y la Corte Suprema de Estados Unidos presenta una mayoría conservadora. De producirse toda esta desgracia, y como explican desdeMor.bo, “la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo volvería a depender de las legislaciones estatales”, lo que significa que en muchos estados de tradición cristiana sería prohibido y volveríamos a tiempos más oscuros. Hace unos años parecía imposible que volviéramos a esta senda reaccionaria, pero aquí estamos y debemos hacernos fuertes frente a ella.

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