Burkina Faso aprueba una ley que criminaliza la homosexualidad

Hasta cinco años de cárcel y expulsión del país si eres inmigrante y reincidente

Confieso que yo también llegué a pensar que el progreso era inevitable. Que, una vez habíamos abierto los melones de la igualdad de género, de los derechos de la comunidad LGTBIAQ+, del racismo, todo iba a ir cuesta abajo. Easy. Con ciertas resistencias pero sin freno. Que el mundo iba a ser un lugar mejor para todxs muy a pesar de las élites casposas y de las voces rancias. Pero me equivoqué. Una vez más, la realidad muestra que los derechos civiles nunca se consiguen forever y que hay que seguir luchando para mantenerlos una vez alcanzados. Que Burkina Faso haya aprobado una ley para la criminalización de la homosexualidad es una prueba más.

Sí, tristemente es así: según recoge el portal suizo Swissinfo, “la Asamblea Legislativa de Transición de Burkina Faso, un país dirigido por una junta militar, ha adoptado por unanimidad un proyecto de ley que penaliza cualquier práctica homosexual con hasta cinco años de cárcel”. Se une así a los otros 64 estados miembros de la ONU que criminalizan las relaciones sexuales o románticas entre personas del mismo sexo. Algunos de ellos con penas de muerte, como son los casos de Arabia Saudita, Brunei, Irán, Mauritania, Nigeria y Yemen. La ola ultraderechista que recorre el mundo es una amenaza de que este sinsentido podría extenderse aún más.

Una ola que afecta en mayor medida al continente africano. Sí, como ya sabes, los discursos de extrema derecha calan más en las poblaciones vulnerables. Es un populismo que ofrece soluciones fáciles y erróneas a problemas complejos, y eso hace que mucha gente las compre. Como dicen desde el citado medio suizo, “la nueva normativa de este países de África occidental se enmarca en una reciente escalada del discurso anti-LGBTI en el continente, donde se encuentran más de una treintena de los más de sesenta países que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo”. Pero es un problema global. Ningún país está a salvo.

Lógicamente, organizaciones en favor de los derechos humanos como Amnistía Internacional han emitido comunicados para denunciar la aprobación de la ley. “Nos alarma y nos preocupa profundamente. Esto no hace más que generar discriminación y violar el derecho a la igualdad ante al ley”, ha declarado el director regional de la oenegé para África occidental y central, Marceau Sivieude. Porque esto no debemos verlo como algo anecdótico. Más allá de la represión y el dolor que van a sufrir las personas homosexuales en el país, nos alerta de un retroceso mundial y de que no hay que dar por sentadas las conquistas sociales. Jamás.

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