Esta historia del metro de Madrid te devolverá la esperanza en las personas

En ocasiones nos vemos obligados a realizar un enorme ejercicio de autoengaño optimista para seguir conservando la fe en la humanidad. Tanta noticia indignante o desagradable nos lo pone muy difícil. Otras veces, por suerte, la vida nos regala pequeñas dosis de esperanza que nos permiten seguir creyendo un poquito en las personas. La historia que vivió el pasado sábado el tuitero @Sonicando en el metro de Madrid, ese lugar donde la gente parece caminar sumergida en su propio mundo, ajena al sufrimiento de los demás, es una de esas pequeñas dosis de luz.

Su hilo en Twitter, que ha tocado la fibra sensible de miles de personas, comenzaba así: "Acabo de vivir uno de los momentos más bonitos e intensos de mis 17 años de vida madrileña". Y no es para menos. Lucas, como se llama este usuario y periodista español, fue testigo en los fríos andenes del metro de la capital de cómo un hombre, marroquí según relata, consolaba y daba ánimos a un sintecho aparentemente drogadicto. "Le dice que ánimo, que él ha estado en su situación. Que se sale. Que luche. Saca la cartera y le da 10 euros", escribía Lucas.

La cosa no acabó ahí. Al verlo llorar en el andén, Lucas decidió acercarse. Así pudo descubrir que el generoso protagonista de esta historia seguía durmiendo a menudo en la calle. Todavía no ha conseguido abandonar la pobreza que arrastra desde hace mucho tiempo. Y ahí, precisamente, radica la importancia de la historia: en cómo alguien regala lo poquísimo que tiene por pura empatía humana. No le sobra, ni mucho menos, pero levanta la cabeza y ayuda. Un gesto humano y luminoso en un mundo, el nuestro, tan tristemente acostumbrado a la indiferencia. Ojalá más gestos y menos hate.