6 clases de compañeros de trabajo que preferirías no tener
A menos que trabajes como investigador freelance de insectos en una región remota y aislada del planeta, estar en el curro implica nrelacionarse y colaborar con muchas otras personas. Algunas consiguen que tus jornadas laborales sean infinitamente más llevaderas y tu trabajo bastante más sencillo. Las amas. Pero otras, por desgracia, emponzoñan el ambiente con diferentes tipos de actitudes negativas que apenas puedes soportar. Estas son, Las amas, las seis clases de compañeros tóxicos más habituales.
1. El parlanchín
Nadie quiere tener un cementerio por oficina, pero mientras la inmensa mayoría de gente comprende que debe existir un equilibrio entre la cháchara y la productividad, este especímen humano no para de darte la brasa con cualquier mínima tontería que cruce su mente. En resumen, y según cuenta la psicóloga Kate Snowise, "son las personas que están más interesadas en socializar que en trabajar".
2. El ‘sabelotodo’
Todos somos capaces de reconocer cuándo alguien acude en nuestra ayuda por verdadera generosidad y cuando lo está haciendo para alimentar su ego de ‘sabelotodo’. En palabras de Teresa Marzolph, fundadora de Culture Engineered, lo mejor es mantenerse muy alejado: "Te comprometes a ser su lacayo. Nunca te reconocerán como si igual. Tu amistad, tu carrera y tu dignididad quedarán en un segundo lugar".
3. El traidor
En contraste con el sabelotodo, el traidor escapa muchas veces a nuestro olfato de alarma. Por eso cuando nos queremos dar cuenta nos han robado una gran idea, hablado fatal de nosotros a nuestras espaldas o filtrado información delicada. Como cuenta Lynn Taylor, experta en ambiente laboral, "este tipo de personas son encantadoras al principio y saben cómo ganarse tu confianza hasta que te la cuelan".
4. El procrastinador
A menos que sea un procrastinador de intachable genialidad, capaz de pasarse la tarde metido en alguna red social pero siendo finalmente más productivo que ningún otro, el actitud del procrastinador acabará por joderte a ti también. Porque según Marzolph, "te chupan la energía porque están constantemente poniendo a prueba tu interés y tu compromiso. Hacen que tú te relajes más".
5. El ‘chupa almas’
Con los ‘chupa almas’ se establece inmediatamente una relación del todo descompensada. Necesitan de tu ayuda a todas horas pero nunca aparecen cuando podrías necesitarlos. Así lo explica Chris Edmons, experto en recursos humanos: "No dan nada a cambio. No ayudan en nada. Creen que ese no es su trabajo. Relacionarse con estas personas provoca agotamiento y frustración".
6. El mártir
El llorón por antonomasia. Ese que está quejándose constantemente de lo muchísimo que trabaja. Creen que nadie más aporta nada en toda la oficina y que sin ellos el mundo implosionaría. Y lo peor de todo es si necesidad de exponerlo una y otra vez. Como dice Marzolph, "si haces algo mal, no descansarán hasta que todos lo sepan. Solo se sentirá mejor cuando tú, el culpable, seas castigado".