Rupi Kaur: genialidad, sutileza y elegancia hecha palabras

La autora se ha convertido en la voz de su generación gracias al uso de las redes sociales y de una poesía reivindicativa y sincera
Nabil Shash

Una imagen tumbada en la cama con una mancha de menstruación en el pantalón sembró la polémica en Instagram en el año 2015. Era Rupi Kaur de espaldas, haciendo visible una realidad como un puñetazo en el rostro de una sociedad poco acostumbrada a romper tabúes. La red social censuró la imagen pero le otorgó a la artista un poder que la ha hecho inmensa. Nacida en Punyab India se mudó a Ontario Canadá a la edad de tres años. Ahora, a sus 25, acaba de editarse en su versión en castellano con una mancha de menstruación, el segundo libro de poesía e ilustración de esta autora que, con su primer poemario, superó los cuatro millones de ejemplares vendidos.

Un golpe de hacha íntimo y social

Los juegos de palabras son pocos en la poesía de Rupi Kaur, no hay metáforas ni frases con segundas intenciones. Sus palabras son directas y crudas, sus versos concisos y sus ideas viajan desde el dolor hasta la oportunidad de renacer por la fuerza propia. Por el poder que tienen todas las mujeres de reconstruirse y de ser, desde un primer instante, todo lo que deseen. El libro Otras maneras de usar la boca Milk and Honey, en su versión original, publicado en España por EspasaEsPoesía en el año 2017, es el nombre de su primer poemario. En él no solo hay poesía, también hay ilustración, todo impulsado por la frase que su madre —dándole un pincel— le dijo: “Dibuja lo que te salga del corazón”.

La poesía y la ilustración se configuran, entonces, en un equilibrio que explica perfectamente sus experiencias en el amor, el trauma, la pérdida, la curación o la feminidad. Sus versos, en ocasiones, tan breves dejan al lector en un abismo que solo puede alcanzar la imaginación:

“debe doler saber

que soy tu más

hermoso

pesar”

El viaje, en su nuevo libro, también oscila entre el daño y la cura, dividiéndose en cinco etapas: marchitarse, caer, arraigar, levantarse y florecer. Cada una de ellas envuelve una serie de vivencias bañadas de sensibilidad y valentía, donde el mensaje sincero choca y se mezcla con la reivindicación: realidad íntima con realidad social y política se fusionan haciendo que el libro funcione como un discurso total.

Instagram ha sido el vehículo que la ha catapultado hasta todos los rincones del planeta. Prueba de ello es que su primer libro ha sido traducido ya a más de 30 idiomas y el segundo se coronó como best seller de Amazon la misma semana de su lanzamiento. Una comunidad masiva de lectores la sigue: supera los 2,7 millones de seguidores en Instagram, medio millón en Facebook y más de 200.000 en Twitter. Ella es, sin duda alguna, una de las representantes de la generación conocida como instapoets y tuvo el poder a atraer a su poesía a jóvenes que a priori no estaban interesados por la lectura.

Un poder feminista

“No pienso disculparme por no alimentar el ego y el orgullo de una sociedad misógina que acepta ver mi cuerpo en ropa interior pero no una pequeña pérdida, cuando hay perfiles con cientos de cuentas donde las mujeres también menores de edad son convertidas en objeto”. Así reza parte del mensaje que Rupi Kaur publicó junto a su imagen del pantalón y la cama manchada con menstruación después de que Instagram la eliminara. Su discurso empoderado consiguió unir las voces y los reclamos de cientos de mujeres, incluso de países donde los derechos de la mujer no existen.

Hay una necesidad urgente en alzar la imagen de la mujer, en darle poder y en denunciar la violencia ejercida contra ella. Esa realidad tan palpable a nuestro alrededor también impregna las palabras de Rupi Kaur y, por tanto, parte de su misión. Por ello sus poemas exponen asuntos que, por lo general, se ocultan como los abusos, la depresión, el abandono y el miedo. Todos ellos han ayudado a convertirla en “la voz de su generación”, como USA Today correctamente la bautizó.

La hostilidad aparece pintada de forma dulce en cada una de las páginas de el sol y sus flores. Así, la autora consigue hablar del racismo, exponiendo la imagen de sus padres que llegaron a Canadá como refugiados luchando contra todos los obstáculos y superando las adversidades. Esta experiencia que toca tan de cerca a la artista la ha ayudado a tener una conciencia plena sobre las guerras que hacen más amplias las fronteras y de las personas que escapan de ellas. Su trabajo también la posiciona como una defensora de la figura del inmigrante.

Esos mismos brazos abiertos a la diversidad escriben también por el amor propio, el aspecto esencial de querernos a nosotros mismos, de hablar con respeto, de ser generosos, de estar dotados de bondad, de sentirnos agradecidos y ayudar a quienes nos rodean. Rupi Kaur invita a que todos esos sentimientos ocupen un lugar en nuestra conciencia y que nos hagan reflexionar sobre nuestra forma de movernos por la tierra. Leerla permite identificarse con palabras que no hubiéramos sido capaces de usar. Leerla es entrever las verdades —a veces crueles— que definen el mundo. Una tarea necesaria e imprescindible.

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