El niño que vivía con Hitler por amigo imaginario
Es difícil encontrar un argumento para escribir sobre una película cuando lleva estrenada varios meses porque no es ni lo suficientemente nueva como para ser noticia ni lo suficientemente vieja para que el público se haya olvidado de ella. Pero Jojo Rabbit es distinta porque con la cuarentena ha cobrado una nueva actualidad. No hace falta hacer spoilers para recomendar a todo el mundo que vea la última escena de la película ahora que estamos en fase 1.
Rebobinemos. Jojo Rabbit es la última película del director neozelandés Taita Waititi, un genio recreando el apasionante mundo que se crea dentro de las cabezas de los niños. Johannes, Jojo, es un chico de 10 años que vive con su madre soltera Scarlett Johannson durante la Segunda Guerra Mundial en Viena, su hermana murió de diabetes y su padre, supuestamente, está luchando en la guerra en Italia, y es un fan de todo el imaginario nazi. Para él, los soldados son como superhéroes y está tan fascinado con ellos que su amigo imaginario es el mismísimo Adolf Hitler. Así, cada vez que está triste o tiene miedo o cuando odia a su madre o cuando le hacen bullying los mismos niños nazis, el führer aparece en escena y lo consuela. Le dice que él es un nazi de verdad y eso a él le alegra el corazón porque su sueño es formar parte de la guardia personal de Hitler.
Toda la historia está contada con una doble narración. Por un lado, la ternura infinita que te suscita Jojo y su imaginario. Pero por otro, la crueldad que rodeaba la infancia en el Tercer Reich. Esta contradicción entre los dos discursos la convierte en una comedia sobre uno de los momentos más crudos de la Historia de la humanidad. "Hitler produjo el mismo fervor que los Beatles", recordó el creador de la película en una entrevista con El Mundo cuando se estrenó la película, que empieza con una recreación de los campamentos de las juventudes nazis, donde los niños perdían el miedo y la inocencia y entrenaban con auténticas armas de fuego. Así de triste, así de real.
La historia fue inspirada por el libro El cielo enjaulado, donde la autora Christine Leunens, cuenta el tiempo que Johannes tiene que pasar en su casa solo mientras se cura de una lesión que se hizo en uno de esos campamentos. Johannes pasa su soledad entre las conversaciones con Hitler y su amistad con una adolescente judía al principio cree que es un fantasma que su madre tiene escondida en el piso de arriba. La excusa para hablar con ella es escribir un libro sobre cómo son realmente los judíos. La realidad es que empiezan a quererse.
Jojo Rabbit es una película tan surrealista como amorosa y crítica con el autoritarismo. Si no la has visto, este es un buen momento. No diremos nada más porque es mejor verla con los ojos frescos, pero a estas alturas de la desescalada, es un soplo de aire fresco.