Los conservadores estadounidenses temen la actuación de Bad Bunny en la Super Bowl
Tanto lxs políticxs de la administración Trump como los medios de comunicación conservadores de los Estados Unidos están bastante nerviosos. Y no es porque haya miedo de un ataque exterior ni de una rebelión popular interna. No. Están así porque la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) hizo oficial unos días atrás que Bad Bunny sería el artista estelar de la Super Bowl de este año, uno de los eventos deportivos más seguidos del planeta. Para que te hagas una idea, una de las lugartenientes del presidente, la directora de Seguridad Nacional, Kristi Noem, advirtió de que “estaría atenta a la Super Bowl”, una amenaza velada, un que nadie se pase de la raya.
¿Pero por qué tanto miedo a un artista que, si bien es de los más relevantes del mundo, no es más que una persona con un micrófono encima de un escenario? Los especialistas en cuestiones de identidad nacional y políticas de inmigración de Estados Unidos, Ediberto Román y Ernesto Sagás, creen tener una respuesta. Y no es lo que pueda decir, que obvio que también, porque Benito ha dejado clara su opinión de las políticas antiinmigración de la administración Trump estos dos últimos años, sino su mera existencia: “el espectáculo de un rapero hispanohablante es un rechazo directo a los esfuerzos de la administración Trump por ocultar la diversidad del país”.
Y tiene todo el sentido. Al final, la corriente fascista que proponen Trump y sus acólitos pasa por un ideal de ciudadanx estadounidense blanco, a ser posible con un arma en la mesita de noche. Algo que no encaja con la realidad diversa del país: en Estados Unidos viven más de 65 millones de personas latinas. En cuanto a los puertoriqueñxs en sí, que es lo que representa más específicamente Bad Bunny, hay 3,2 en la propia Puerto Rico, que no olvidemos que es un estado de los Estados Unidos, y otros 5,8 millones repartidos por el resto del territorio del país. La presencia de Bad Bunny en una cita tan mediática es un mensaje de reivindicación para toda esta gente.
Un mensaje importante. Porque no es solo que se los quiera invisibilizar mediáticamente, sino que además cuentan con menos derechos que el resto de estadounidenses. En palabras de estos dos expertos, “no tienen representantes con derecho a voto en el Congreso y no pueden participar en la elección del presidente”. El show de Bad Bunny puede ser un impulso de lucha para una comunidad que en cierto sentido vive como una colonia. Por eso Trump ha salido a decir que su elección por parte de la NFL es “absolutamente ridícula”. Por eso los influencers MAGA piden la deportación de Benito. No quieren un espectáculo en español que dé alas a lxs latinxs.
Y precisamente por eso es tan trascendental que Bad Bunny actúe ese día.