Acusan a Star Wars de ser una franquicia racista
Para mucha gente es la mejor saga de la historia del cine. Un universo de ciencia ficción donde todo es posible y que se extiende más y más película a película y serie a serie. Para otras personas, sin embargo, es una saga carente de diversidad racial que necesita una buena reforma. Y no lo opina solo gente random. En un nuevo documental titulado Number One on the Call Sheet: Black Leading Men in Hollywood, el actor John Boyega, protagonista de Star Wars: El despertar de la Fuerza, Star Wars: Los últimos Jedi y Star Wars: El ascenso de Skywalker, ha calificado a la exitosa saga como una franquicia elitista de gente blanca.
¿A cuento de qué? Para empezar, Boyega critica cómo su personaje dentro de la saga, Finn, pasó de ser uno de los protagonistas de El despertar de la fuerza a convertirse poco a poco en un personaje bastante menos relevante en la historia de sus dos secuelas. En sus propias palabras, “lo que le diría a Disney es que no lancen un personaje negro, lo promocionen como si fuera mucho más importante en la franquicia de lo que realmente es y luego lo dejen de lado. No está bien”. Lo entiende como un lavado de cara. Como un intento de transmitir progresismo en su superficie para luego, en su fondo, seguir tan como siempre.
Pero es que luego está la comunidad fan de la saga. Y aquí viene lo peor. Como ha declarado el actor británico, “les parece bien que seamos el mejor amigo, pero en cuanto tocamos a sus héroes, en cuanto lideramos, en cuanto abrimos camino, es como¡oh dios mío esto ya es demasiado, lo están forzando!”. Ahí llegan las proclamas antiwoke. Ahí llegan los ¿qué pinta una negra como protagonista de Star Wars? y los lo están cambiando todo para agradar a una minoría. Que el personaje negro sea gracioso. O leal. O duro. Pero que lo sea en plan secundario. En plan medio en la sombra. El protagonismo para la gente blanca.
Y esto no lo ha sufrido solo Boyega. Al igual que él, las actrices Amanda Sternberg y Kelly Marie Tran también se comieron una buena horda de hate asqueroso por interpretar a diversos personajes de la saga. Y, sí, aunque no las conozcas, ya te lo estás imaginando: Amanda es negra y encima no binaria y Kelly tiene origen asiático. El cóctel perfecto para que el ala derechista del fandom de Star Wars acusara a Disney de ser lo más woke del mundo. La misma Disney que está suavizando los mensajes antirracismo que pone ante de sus películas. La misma que ha cambiado un personaje trans por uno cristiano. ¿A quién pretenden engañar?