Son jóvenes, pero no novatos. Llevan tiempo en esto, y saben moverse dentro del escenario, por vocación, y fuera de él, por necesidad. Son actores y directores. Han decidido dedicarse en cuerpo y alma al teatro cueste lo que cueste. Y a veces cuesta mucho, y más en un país en el que gobierna un partido que decidió subir el IVA cultural de un 8% a un 21%, el mismo que se aplica al tabaco. El resultado fue nefasto para el sector: la venta en taquilla bajó hasta un 30%.
Los ángeles se rebelan/revelan
Pero ante los impedimentos, profesionalidad y trabajo, mucho trabajo. David Menéndez, joven actor y productor teatral de 25 años tiene un plan. Y está decidido a llevarlo a cabo. El proyecto se llama La Revolta dels àngels [La revuelta de los ángeles], obra de Enzo Cormann dirigida por Nicolas Chevallier, director que aún no llega a la treintena y compañero de compañía de Menéndez. "El guion es bueno y sencillo: tres artistas del dolor, del desgarro, se reúnen una vez muertos", explica Chevallier, "todos ellos tuvieron una muerte algo trágica: a Basquiat el pintor se lo llevó una sobredosis, el trompetista Chet Baker cayó por la ventana de su hotel hasta arriba de cocaína y heroína, y el escritor Koltès a causa del sida".
Suele ocurrirle al artista que, una vez desaparece, pasa a la historia como algo que no era. El hombre deviene leyenda negra, más todavía si era joven y tenía talento. "En la obra los personajes se rebelan contra todo eso", puntualiza Chevallier. La obra, pues, es una pelea contra el espectáculo en el que han convertido su vida. Estará en el Teatro Akadèmia de Barcelona del 9 al 26 de abril.
Por unas botellas de Jack Daniel's
Si España va mal, el teatro quizás peor. Pero no será por el empeño que le ponen aquellos que libran una guerra diaria contra un país que no acaba de darse cuenta de que la cultura es la más importante de todas las riquezas. "Si quieres tirar un proyecto adelante, por bueno que sea, tienes que tener una subvención, ya sea pública o privada", denuncia Menéndez, "y los teatros no ayudan mucho". Al parecer, la sala en la que exponen la obra se lleva un 50% del dinero que obtienen de las entradas, algo que Menéndez considera del todo desorbitado e injusto: "en el Teatre Lliure, por ejemplo, yo cobro por mi trabajo, no por la gente que viene a ver la obra; no puede ser que se lleven tanto dinero".
Pero la cosa no acaba aquí: "no nos dan un local de ensayo para que podamos prepararla, y encima nos piden que la escenografía sea plegable, porque no somos el único espectáculo. Ah, y también nos tenemos que ocupar de la comunicación, de traer gente a la sala", se queja el actor. ¿Se aprovechan las salas privadas de las ganas que tienen las compañías jóvenes de enseñar su trabajo al público? ¿Qué dinero les queda para pagar los sueldos a los integrantes de la obra y demás gastos tras la mordida de la mitad de los ingresos que reciben por su proyecto? Ante esta problemática, los autores han tenido que recurrir a formas de financiación alternativas: han abierto una campaña en Verkami para llevar adelante su proyecto.
La falta de dinero suele agudizar la imaginación del que la sufre: "Nuestra obra tiene lugar en un espacio parecido a un bar, pero necesitábamos mostrar lo irreal de la situación de alguna manera", señala el director de La Revolta dels Àngels, "así que decidimos llenar el escenario de botellas de Jack Daniel's, whisky que encaja con la iconografía pop y mitología maldita de la obra.
Lo cierto es que el Jack Daniel's es un buen destilado bien lo avisa su precio y aunque no es caro para lo que ofrece, sí puede suponer una pequeña inversión si necesitas 30 botellas. Así que Chevallier se armó de paciencia y se puso a hacer rondas nocturnas por los bares del centro de Barcelona para conseguirlas, pidiendo las vacías que quedaban en los pubs y de paso aprovechando para ayudar a vaciar otras de la mejor manera posible, esto es, brindando. Y finalmente las consiguió.
De novatos, nada
El currículum de los participantes de la obra no se resume en una página. Nicolas Chevallier y David Menéndez Basquiat forman parte de la compañía Proyecto Nisu, que ya sorprendió con su ópera prima Vamos a por Guti sinopsis genial y delirante: Cuatro trabajadores de una inmobiliaria deciden secuestrar a Guti para desestabilizar al Real Madrid y conseguir que pierda un partido contra el Barça con el objetivo de ganar una apuesta millonaria en Internet y que ganó el prestigioso premio Adrià Gual 2013 por su obra Shell, mostrada al público en el marco del Festival Grec 2014 de Barcelona.
Por otro lado, Menéndez acaba de girar por España para mostrar una adaptación de Fuenteovejuna, el clásico texto de Lope de Vega llevado a los escenarios por Obskené sobre un pueblo que se une en solidaridad contra un déspota cruel, aun a riesgo de volverse igualmente tirano. Esta última obra acaba de ser nominada a los premios Max, para los profanos algo así como los Goya del teatro. Al elenco de "La revolta dels àngels" se suma Xavi Sáez Chet Baker, actor ya veterano que lleva tres años coprotagonizando Obskené [Prisamata producciones], obra que explora las relaciones de pareja y que no ha dejado de cosechar éxitos desde que fue estrenada en 2011 en la Caldera. Finalmente, Guillem Motos Koltès, de la Obskenéha actuado en "El somni d'una nit d'estiu" en el Teatre Nacional de Catalunya y ha hecho más de 70 funciones de la obra "La pols", que acaba de llevarse el Premi de la Crítica d'Arts Escèniques.
Fotografías de Oscar Palenque.