Esta es la gran diferencia entre decir 'te quiero' y demostrarlo

Puedes decirle un millón de veces 'te quiero' y no hacérselo sentir ni una sola vez. Cuando se esta de esta manera junto a alguien.

Puedes decirle un millón de veces 'te quiero' y no hacérselo sentir ni una sola vez. "Pero claro que te quiero, ¿por qué me preguntas eso?", dirás, pero si en el día a día no le presto a mi relación te quiero, tus palabras caerán en saco roto. Hoy en día, es más fácil dedicarle más tiempo a tu smartphone, que a realmente ESTAR con tu pareja, a MIRARLA maravillándote de lo que tienes delante y a TOCARLA centrándote únicamente a las sensaciones que ese tacto provoca.

Estamos hablando aquí de lo que el mindfulness llama 'atención plena', y se ejercita prestando atención de manera activa en el momento presente y sin juzgar, simplemente estando. Cuando se está de esta manera junto a alguien, no hay monotonía, ni rutinas que valgan, porque cada momento es nuevo, es misterioso y puede ser diferente.

Muchas veces nos hacemos una idea preconcebida de cómo es nuestra pareja, decimos: "si ya te conozco y puedo prever cómo vas a actuar incluso antes de que los hagas". En parte es así, pero esa preconcepción se puede convertir en una cárcel de muros muy gruesos para la persona que tenemos delante y a nosotros nos puede hacer personas rígidas, con ideas rígidas. Cuando estamos con alguien que nos conoce mucho y ya no nos mira a nosotros, sino a las conclusiones que ha sacado de nosotros a lo largo del tiempo, utiliza el "es que tú siempre" o "tú nunca", nuestro potencial, la posibilidad de cambiar a mejor que tenemos en cada momento, en cada segundo de nuestra vida, se apaga. Y lo triste de todo es que nosotros también nos solemos mirar así, sin darnos la posibilidad de sorprendernos porque supuestamente 'ya nos conocemos'.

Lo que ocurre cuando vivimos desde las 'etiquetas' es que en nuestra relación se establecen patrones de conducta que nos llevan a repetir una y otra vez las mismas situaciones, experiencias y en especial, las mismas discusiones. Una y otra vez, parece que constantemente estamos viviendo lo mismo, cosa que desgasta y puede poner fecha de caducidad a la relación.

No consiste en tener una actitud en que todo lo que haga o diga la persona que queremos nos parezca bien. Seguirán habiendo cosas que nos molesten y seguramente discutamos. Pero necesitamos dejar un espacio para mirarnos de verdad, escucharnos y darnos la oportunidad de sorprendernos el uno al otro y a nosotros mismos. De esta manera construiremos una relación en la que podamos seguir creciendo como personas y no nos veamos obligados a cumplir las expectativas de las ideas preconcebidas que nuestra pareja se ha hecho de nosotros.

Así que, querer no significa decir 'te quiero'. Significa regalarle a la persona que queremos nuestra atención plena, escuchar lo que necesita e intentar dárselo en la medida de lo posible. Si conseguimos entregarle a nuestra pareja este amor incondicional, ya no tendrá que preguntarnos lo que sentimos por ella, porque lo notará en cada mirada que crucemos, en cada gesto que hagamos y en cada minuto que pasemos en su compañía. Cada uno de ellos significará un auténtico 'te quiero'.