¿Podrías sumarte al reto de no comprar nada superfluo en 365 días?

Algunas personas sí están escuchando los gritos de socorro que lanza el planeta y quizás ha llegado la hora de unirse para que esto sea una lucha colectiva

Si anotásemos todas las cosas no esenciales que compramos durante el año 2020, buena parte de nosotros nos echaríamos las manos a la cabeza. Y no solo por la cantidad, sino descubriendo la poca importancia que tienen ahora muchas de esas cosas incluso aunque, en su momento, en el impulso consumista, parecían tan sumamente diferenciales en nuestras vidas. Y es triste. Por nuestro bolsillo, por nuestra felicidad y por un planeta que parece pedirnos a gritos que paremos de consumir un poquito. ¿Y sabes qué? Algunas personas están escuchando esa llamada de socorro y apuntándose a un desafío muy loable.

El desafío consiste en no consumir nada en un año. ¿Puedes imaginártelo? ¿No comprar absolutamente ninguna cosa que no resulte imprescindible durante 365 días? Está ocurriendo. Pero este desafío tiene su truco: cada persona tiene un concepto diferente de lo que resulta indispensable. Para la mochilera Paola Betancourt, tal y como explican desde la BBC, el reto consistió básicamente en eliminar las compras de ropa y de artículos innecesarios de su lista. Puede parecer poca cosa, pero el sector de la moda es el sector que más vende en la red. Buena parte de nuestro consumismo está enfocada en pantalones, camisetas y zapatos.

Cuando cumplió el objetivo un año después, esta joven no solo había conseguido ahorrar mucho dinero sino también aprender a dominar ese veneno consumista que nos van inoculando desde pequeños. "Me encanta pasar por las tiendas y no sentir el impulso de comprar nada. Aprendí lo fuertes que podemos llegar a ser cuando abrimos los ojos y plantamos cara a la realidad", explicaba recientemente en la BBC. Pero eso no significa que no comprada absolutamente nada. Cuando se mudó a un lugar muy frío compró algunas prendas de invierno que necesita. Ese es el consumo responsable y lógico. Eso es comprar con cabeza.

Otras personas, sin embargo, han planteado este desafío anticonsumista desde una óptima más extrema. Ya lo decíamos antes: cada uno tenemos una percepción de lo que resulta imprescindible en función de nuestra manera de ver y vivir la vida. La alemana Greta Taubert, según se hace eco este mismo medio británico, optó por reducir las compras a cero. Ni comida ni ropa ni nada de nada. Se montó su propio huerto de comida y aprendió a preparar elementos básicos como el champú. Como si toda el sistema colapsara y volviéramos a depender únicamente de nuestra capacidad para sobrevivir con lo que nos ofrece directamente la tierra.

Por supuesto, no todos tenemos la misma determinación ni la misma motivación agricultora de Taubert. Por eso es tan importante entender la clave de este desafío anticonsumista. No se trata tanto de qué consumes o no consumes, sino de "ponerte a prueba en relación a los límites que tú mismo has establecido", como bien apuntan desde la BBC. En otras palabras: de ver hasta qué punto puedes dominar el afán consumista y emplear tu energía en cosas que verdaderamente importan. Porque seguro que todos pensamos que somos capaces de dominar ese ansia, pero entre la teoría y la práctica media un abismo. ¿Lo intentamos?