El vídeo de un oso polar muriendo de hambre que ha consternado a la red
El cambio climático sigue cobrándose vidas. Nos lo han recordado el fotógrafo canadiense, Paul Nicklen, y los documentalistas de la ONG Sea Legacy, que lucha para preservar la vida en los océanos, después de retratar una desgarradora escena que ya ha dado la vuelta al mundo: un oso polar muriendo por inanición. Ocurrió este verano en la Isla de Baffin en el Ártico canadiense, el animal estaba en los huesos y luchó hasta el último segundo para mantenerse con vida. "Así es cómo se ve el hambre: los músculos se atrofian, se quedan sin energía. Es una muerte lenta y dolorosa", escribió Nicklen en su cuenta de Instagram.
Ante la falta de una pistola de tranquilizantes o de un pedazo de carne, Nicklen no pudo satisfacer su deseo de apaciguar el sufrimiento del oso. Así que, como relató a National Geographic , acabó optando por acompañarle hasta su último aliento de vida e inmortalizar con su cámara aquel momento para que su muerte no fuese en vano. Como dijo a la misma revista, "nos quedamos allí llorando, filmamos mientras nos caían las lágrimas por las mejillas”. Y, como vislumbró en su Instagram, es probable que este recuerdo termine persiguiéndole sin descanso: "Es una escena aplastante que todavía me atormenta".
Capturó estas imágenes en verano. Pero no las compartió en la red hasta el pasado 5 de diciembre. Al superar en 48 horas el millón de visualizaciones, se confirmó que sí que tendrían repercusión. Y, al registrarse miles de comentarios de personas consternadas, se evidenció que los minutos de agonía que los autores del vídeo habían compartido con el oso valdrían la pena. "Cuando los científicos dicen que los osos se están extinguiendo quiero que la gente sepa lo que es. Los osos morirán de hambre. Y así es como se ve un oso muerto de hambre", añadió.
No es la primera ocasión en la que el fotógrafo muestra las calamidades que el calentamiento global está provocando en los osos polares. Dos años atrás, en 2015, también se enfrentó al rostro de la muerte en el archipiélago de Svalvard en Noruega que antes destacaba por la presencia del mayor oso del planeta. “Encontramos dos osos muertos, y en otras expediciones encontramos más. Estaban tan flacos que parecía que habían muerto de hambre debido a la ausencia de hielo marino, ya que en esas condiciones no hay posibilidad de cazar focas".
El deshielo del Ártico es el responsable de casi todas las muertes reportadas y del incontable número de estragos que han sufrido lejos de las cámaras. Sin hielo el oso no tiene lugar desde el cual cazar focas, su principal fuente de alimentación y no le queda más opción que saciarse con huevos de patos, gansos y gaviota, explicó a El País Charmain Hamilton, investigador del Instituto Polar Noruego. Un método desesperado de supervivencia que, como ha demostrado este vídeo, únicamente garantiza su muerte y quizás su extinción en un futuro no tan lejano como pensamos.